La familia ferroviaria viguesa se enfrentaba ayer a una dolorosa noticia al conocer la identidad de los fallecidos en el accidente de O Porriño. Además del maquinista, de nacionalidad portuguesa, y un turista estadounidense, en el siniestro murieron el interventor de Renfe Miguel Ángel Veiga, vecino de Vigo, y Joaquín Rodríguez Gradín, 'Koki', hijo del sindicalista y también interventor Cándido Rodríguez Graña.

De 23 años, 'Koki' jugaba en el Balonmán A.D. Carballal, en el equipo sénior masculino que compite actualmente en la 1ª Estatal Nacional.

Su entrenador, Fran González, lo recordaba ayer como el compañero que cualquier jugador querría tener en el vestuario, "el que siempre alegraba el entrenamiento y animaba al grupo".

"Era un gran chaval y esta es una pérdida muy grande para nosotros", se lamentaba el técnico, que recordaba la afición del joven por los viajes. Precisamente en su Instagram, 'Koki' había subido hace apenas dos semanas fotografías de su reciente viaje a Bosnia. "Tenía mucha gente que le quería, tanto aquí como en el extranjero. Era una persona espectacular", afirmaba González.

Joaquín Rodríguez Gradín había estudiado el Bachillerato en el IES Ricardo Mella y se estaba preparando actualmente en la escuela de maquinistas de Renfe de Santiago de Compostela.

Tras aprobar el examen de ingreso previo, empezó el periodo de formación teórica necesario para alcanzar la habilitación como maquinista.

Una vez superado, empezaba las clases prácticas, en las que los alumnos de la escuela de Renfe acompañan al maquinista -siempre español- en diversos trayectos, principalmente a lo largo del Eje Atlántico.

En el tren siniestrado, 'Koki' viajaba rumbo a Oporto para de allí arribar en Lisboa, donde tenía pensado pasar unos días de vacaciones.