Fiel a su cita con Vigo desde hace cuatro años, ayer atracó el lujoso velero Wind Surf en el que sus cerca de 300 pasajeros pueden disfrutar de las instalaciones y los servicios de este barco al más alto nivel, entre los que destacan su excelsa gastronomía y las atenciones que proporcionan sus 200 tripulantes. El Wind Surf llegó procedente de Ferrol en crucero de ocho noches entre Dublín y Lisboa, vendido a precios entre 2.300 y 5.100 euros y con Waterford, islas Sorlingas, Le Havre y Leixoes como restantes puertos de escala. Construido en 1989 y reformado en 2012, presume de ser uno de los dos veleros de su clase más grandes del mundo.

El servicio personalizado y el ambiente familiar a bordo son otras de las señas de identidad de esta espectacular embarcación de cinco mástiles cuyas velas son accionadas por ordenador y que cuenta con piscina, bañera de hidromasaje, biblioteca, gimnasio, casino, restaurante y varios bares. La guinda la pone la dársena flotante a popa, que en algunos puertos de fondeo es utilizada para que el pasaje pueda disfrutar de su deporte náutico favorito: surf, motos de agua o ski acuático entre otras opciones. Hoy se espera el Thomson Spirit.