-La falta de dinero ha impulsado a los investigadores a irse al extranjero...

-Que los investigadores se vayan fuera es bueno porque aprenderán muchas cosas. Lo que es malo es que no puedan regresar o que otros científicos extranjeros no tenga la opción de venir a nuestro país.

-¿Qué le hace permanecer todavía en Galicia y luchar por ser científico aquí?

-Fundamentalmente porque tengo la seguridad de un puesto de trabajo en la Universidad de Santiago y porque tengo financiación nacional y autonómica que me ayuda en las investigaciones. La Xunta está haciendo un gran esfuerzo para seguir manteniendo una línea de financiación sobre los investigadores, aunque la principal fuente de ingresos está siendo la Unión Europea.

-¿Qué proyectos tiene ahora entre manos?

-Ahora mismo, el laboratorio tiene dos grandes líneas de investigación. Una de ellas sería el papel de los factores de transcripción en el metabolismo de glucosa, y la otra se basa en el estudio de cómo el cerebro puede controlar lo que comemos y la energía que consumimos. Ambos bloques nos han dado muchas alegrías y los seguiremos llevando a cabo.

-¿Qué supone para usted cosechar tantos premios?

-Cuando uno recibe un galardón siempre es una gran alegría. Estos premios están evaluados por otros científicos, normalmente de mucho renombre. Pero no solo para mí, porque yo soy el que sale en la foto pero detrás hay un equipo entero de trabajo.