Cuando las campanas electorales tocan a rebato las cuentas de los partidos en las redes sociales despiertan del letargo en el que permanecieron durante los cuatro años anteriores y se lanzan a una frenética actividad. La primera campaña de Obama en 2008 puso el foco sobre la influencia de la comunicación digital en la política, pero todavía hay muy pocos estudios referentes a los comicios locales. Xabier Martínez Rolán, licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Vigo y profesor asociado en la facultad pontevedresa, ha analizado un caso real: las municipales gallegas de 2015 en Twitter.

El análisis de 53.000 tweets o mensajes y 8.000 usuarios durante 41 días -incluidas las dos semanas previas a la campaña y la posterior a las votaciones- revela que los partidos políticos mantienen en esta red social una comunicación "muy estática y rígida" y en la que apenas interactúan con los usuarios. Además, Martínez Rolán constató que la mayoría de los usuarios son ideológicamente afines al partido cuya actividad siguen en la red, así como la existencia de usuarios propaganda.

Vinculado a la investigación sobre redes sociales desde 2009, este estudio en torno a la comunicación política y la intoxicación en las mismas constituye su tesis doctoral, que ha sido dirigida por Daniel Martí.

Martínez Rolán también comparó la actividad virtual con los resultados electorales. "La red social dibuja un mapa de la realidad absolutamente deformado respecto a los votos. El PP, que barrió en toda Galicia, no era la fuerza mayoritaria en Twitter. Y con el BNG ocurrió lo contrario. Aunque no había comunicación con los usuarios, éstos conversaban al margen de la propia marca, de forma que la red seguiría funcionando sin la matriz del partido. Pero estaban sobrerepresentados respecto a los resultados", apunta.

Sin embargo, en el Concello de A Coruña la fuerza demostrada por En Marea en la red acabó trasladándose a las urnas. "La conclusión es que Twitter es un mapa muy distorsionado, que falla sobre todo en las zonas y franjas de edad donde la brecha digital es mayor, pero que puede utilizarse como termómetro para tantear y aproximarse a la realidad", señala.

Martínez Rolán capturó todos los tweets emitidos o en los que se citaba a PP, PSdG-PSOE, BNG, Ciudadanos, Podemos Galicia, aunque no concurría como marca propia, EU, UPyD, Terra Gallega, Compromiso por Galicia y AGE.

"Me interesaba observar cómo participaban los partidos y cómo se reunían los usuarios alrededor de ellos. El resultado es que el nivel de conversación es muy bajo, la comunicación resulta muy unidireccional. Y en casos como el de Ciudadanos e IU-EU los mensajes dependen de la matriz central del partido"; explica.

"Y aunque parezca una obviedad, los usuarios retuitean los mensajes con los que están de acuerdo. No lo hacen, por ejemplo, por motivos irónicos, sino que tiene que ver más con una declaración de intenciones. La conversación estaba muy polarizada. Si un usuario interactúa con un partido no lo hace con los otros, aunque esto no quiere decir que un retweet sea un voto", comenta.

La investigación también detectó un caso llamativo entre los políticos de Ciudadanos, pues aquellos que anteriormente militaban en UPyD siguieron utilizando sus antiguas cuentas, en las que podían leerse mensajes antiguos defendiendo las mismas ideas "pero vinculadas al partido magenta".

Respecto a la toxicidad en esta popular red social, Martínez Rolán determina que el número de cuentas falsas "es más bajo de lo que podría parecer", mientras que la participación de usuarios auténticos o no adscritos a un partido también resultó inferior a lo esperado.

Las juventudes de cada partido destacan en el uso de las nuevas tecnologías a favor de sus siglas y también en las municipales se constata la existencia de usuarios propaganda que defienden el argumentario de su grupo político o repiten constantemente las ideas-fuerza. "Podemos cuenta con bastantes. Es una práctica que está ahí. Cuando aparecieron las fotos de Feijóo con Marcial Dorado empezaron a circular otras comparándolas con las de Quintana en el yate. Y algunas volvieron a aparecer en las municipales vinculadas al PP", apunta.

Aunque Martínez Rolán no se centró en los candidatos, explica que ninguno de los aspirantes a las alcaldías gallegas destacó en el uso de Twitter, ni siquiera aquellos con un amplio respaldo electoral como Abel Caballero, y en muchos municipios las cuentas locales eran alimentadas por las matrices. Sin embargo, elecciones autonómicas como las inminentes del 25-S suponen un escenario diferente en el que los partidos ya han demostrado que sí "ponen toda la carne en el asador".