El desvío de tráficos de Maersk a Marín comienza a sentirse en el puerto de Vigo. Por primera vez desde que en mayo la naviera adoptase la polémica decisión de abrir rutas en la terminal vecina, la Autoridad Portuaria viguesa ha constatado las consecuencias, en concreto, en el balance del pasado julio, cuando según sus propios datos, "los contenedores manipulados con grúa sufrieron un descenso del 13,05% respecto al mismo mes del año anterior". Lo atribuye textualmente "al desvío de algunos tráficos de la naviera Maersk al puerto de Marín y al descenso en pesca congelada". Como consuelo, remarca en su nota que "en el periodo acumulado de los primeros siete meses prácticamente se mantienen, aunque con un ligero descenso del 0,5". En este sentido también recalca que la mercancía movida en contenedores, tanto Ro-Ro como Lo-Lo sube hasta julio un 3,53%.

En realidad el tráfico total de mercancía cayó un 1,73% durante estos siete primeros meses respecto al año anterior. Además de los citados factores, el Puerto señala otros que tuvieron especial incidencia en julio: el bajón en cemento, de un 31,6%, y el "descenso notable puntual" en la pesca fresca, del 46,82%, justificado por la poca importación procedente de Portugal", concluye el comunicado del puerto.