Los jardines del camping de Mougás serán fuente de salud. Ese es al menos el propósito que persigue la iniciativa de Xavi Garrido, que como encargado del albergue de peregrinos que abrió el pasado abril en el complejo turístico se ha propuesto encontrar remedio en las plantas a las leves dolencias que puedan sobrevenir a los caminantes.

"Desde el principio queríamos montar un albergue distinto de otros, donde los peregrinos además de descansar puedan sanar sus heridas y relajarse antes de emprender de nuevo su ruta a Santiago", explica Garrido, empeñado desde hace meses en recuperar en Mougás el jardín botánico que empleaban los monjes del monasterio cisterciense de Oia para elaborar sus preparaciones medicinales.

Por el momento ya ha conseguido hacerse con 57 especies de un total de más de 120 plantas, arbustos y árboles que figuran en una lista que el encargado del albergue recuperó de entre la documentación recuperada por la actual propiedad del cenobio y que le sirvió para desarrollar su proyecto de recuperación del complejo monacal.

"Entre las iniciativas que se habían planteado estaba un proyecto de fitoterapia que tenía como finalidad recuperar la huerta medicinal de los monjes", indica Garrido, que a la vista de las dificultades que aún hoy existen para el desarrollo del proyecto de rehabilitación del monasterio decidió iniciar él mismo esta empresa.

Así fue como flores, hierbas aromáticas, raíces, frutos y simientes empleadas en la botica monacal empezaron a ocupar parte de las zonas ajardinadas del camping, aromatizadas ahora por plantas como la lavanda, el orégano o el tomillo, que conviven con ejemplares de manzanilla o aloe vera, "el mejor remedio para las quemaduras del sol de los peregrinos", apunta Garrido.

Pero quizás lo más llamativo para quienes detienen su camino en el albergue de Mougás sea el aroma del incienso con el que consiguen evocar el "botafumeiro" de la catedral de Santiago, meta de su peregrinación.

Orgulloso de lo que ha conseguido hasta ahora, a Xavi Garrido le sorprende el interés que está suscitando su proyecto. "Todas las plantas que tenemos por ahora las encontramos en Oia y la mayoría son regalos de vecinos que han querido colaborar", explica, para agradecer también la implicación de clientes del camping como Eduardo Sánchez, a quien agradece su "impagable ayuda" en el cuidado de las plantas.

Al ritmo que lleva la plantación y a pesar de que el listado de los monjes incluye especies poco conocidas, su promotor no duda en que conseguirá su objetivo "antes del próximo verano". "Estoy convencido de que encontraré todas las plantas en Oia", sostiene, aunque en caso de no ser así ya ha buscado el respaldo profesional para los casos complicados.

Garrido emplea en este jardín el tiempo libre que le deja su labor al frente del albergue, que en apenas cuatro meses ya ha alojado a más de 400 peregrinos que a cambio del alojamiento deben realizar una aportación de dos artículos de alimentación que se destinan al banco municipal.