El Concello acaba de iniciar los trabajos previos para acabar con el firme empedrado de la céntrica Plaza de Compostela. Como adelantó este periódico, la Concejalía de Fomento ha decidido extender la medida a este vial después de que un juzgado le obligara a tomar medidas solo en García Olloqui a raíz de una denuncia de una comunidad de vecinos por los ruidos y vibraciones que sufrían en sus viviendas como consecuencia del paso de vehículos sobre el firme adoquinado. Los técnicos municipales quieren conocer antes el estado de la base para detectar primero los motivos por los que el firme se hunde periódicamente, pero también para definir la solución más idónea y el tipo de pavimento por el que se sustituirá el adoquín.
Para ello, los operarios municipales han comenzado esta misma semana las inspecciones a nivel de la base (en la imagen superior) para conocer el estado del hormigón sobre el que reposan los adoquines y localizar huecos que se hayan ido creando y que, según los técnicos de la Concejalía de Fomento, podrían ser los causantes de que en la zona se estén registrando niveles de vibración superiores a los habituales. Una vez culminen estas inspecciones, el Concello determinará la solución y el material que se empleará para sustituir el actual empedrado.
Como avanzó este periódico, una de las alternativas que está ya sobre la mesa es la utilizada en la calle Isabel II. Allí se optó por cubrir el empedrado con un firme flexible que da mayor uniformidad a la calzada y que minimiza las molestias para los vecinos. Si bien es cierto, el tráfico en este vial es muy menor al que soportan Plaza de Compostela y García Olloqui.
En cualquier caso, la actuación definitiva no será a corto plazo y, según estimaciones de la Concejalía de Fomento, el inicio de los trabajos podría demorarse hasta seis meses, ya que además de las inspecciones ya en marcha, es preciso redactar un proyecto global de actuación. Por ello, el Concello ha decidido actuar de inmediato en la zona como medida provisional para minimizar los ruidos y las vibraciones que padecen los vecinos, particularmente cuando pasan vehículos de grandes dimensiones, como los autobuses de Vitrasa. En paralelo a las catas, esta semana se comenzaron también a cubrir con aglomerado asfáltico la multitud de baches que inundan Plaza de Compostela y García Olloqui.
Esta última medida es la que de forma periódica se ha ido tomando para paliar el problema, pero los socavones vuelven a aparecer. Un hecho que provoca que el Concello se haya visto obligado a invertir millones de euros en reparaciones. Este mismo conflicto se repite en las calles aledañas humanizadas en 2005 con motivo de la celebración en Vigo de la Volvo Ocean Race: Carral, Marqués de Valladares o Velázquez Moreno. Pero por ahora el Concello solo intervendrá en Plaza de Compostela y García Olloqui.
