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La vuelta al 'cole' a los 40 años

Elsa, Germán, Ramiro y Vanesa son cuatro de los cerca de veinte alumnos de un curso de alfabetización que aspiran a "leer una carta", "rellenar un escrito" o "sumar sin dedos"

La vuelta al 'cole' a los 40 años

Volver la mente atrás y recordar cómo o cuándo empezamos a escribir resulta complicado sin la ayuda de nuestros padres o alguna cinta de vídeo. Leer con soltura, multiplicar o incluso sumar y restar son verbos tan innatos en nosotros que incluso llegan a perder su valor.

Si bien, la rebeldía, problemas económicos familiares o la inmigración provocaron que muchas personas no pudieran acceder a una educación básica. "Nunca es tarde si la dicha es buena. Tengo trabajo y tampoco tendría necesidad de esto pero es más por orgullo. No quiero que nuestros hijos o mismo en el banco tengan que leerme las cartas o rellenar mis formularios", reconocía Ramiro Gabarres, quien en vez de pasar su verano decidiendo qué playa visitar, acude junto a su mujer a unas clases de alfabetización donde reciben nociones tan básicas como lectura, sumas, restas o formas verbales.

Un total de 16 alumnos componen esta clase de 'cuarentones' conformada por ocho españoles, cuatro rumanos, una colombiana, dos marroquíes y una brasileña. Para la gran mayoría, las matemáticas son su principal quebradero de cabeza. Operaciones como sumar sin los dedos representan una quimera. "Parece una tontería porque la gente lo ve como algo normal, pero para los que no sabemos, como en mi caso dividir, es horrible. De pequeño no pude ir al colegio porque tenía que ayudar a mi familia en Asturias. Ahora sí tengo trabajo, y en él a veces me ha timado por no saber operar, pero ya no me volverá a pasar más", explica, orgulloso, Germán Díaz, uno de estos alumnos.

Cuándo colocar mayúsculas, determinar qué es un adverbio, formar oraciones con sentido o leer con soltura son algunas de las lecciones que durante los meses de julio y agosto aprenden estos estudiantes gracias a las clases de Radio Ecca. "No te puedes imaginar el cambio desde que empezaron hasta ahora. Han dado un gran paso adelante Alguno de ellos no sabía entrelazar palabras o formar frases y ahora ya sí. Ganan en confianza, en satisfacción con uno mismo y en todo, porque además gramática también hacemos ejercicios de cómo comer correctamente o qué hacer ante el sol", explica Silvia, la profesora.

Elsa Bourfiud de Santana contaba además con el inconveniente de la inmigración. Nació en Brasil y tuvo que hacerse cargo de su familia desde muy pequeña, lo que la obligó a dejar los estudios a una edad muy temprana. "Prácticamente no sabía ni escribir. Cuando llegué a Vigo lo que me importaba no era saber hablar o escribir bien, sino tener un trabajo para ganarme la vida", reconoce esta alumna, quien afirma que necesita de mucha "paciencia y tesón" para realizar los ejercicio o entender el contenido de los mismos.

Continuar el aprendizaje

Ramiro Gabarres y Vanessa León sí cursaron hasta primaria pero la falta de práctica y la "risa" de sus hijos, justificaron su vuelva a los pupitres. "Tenemos tanto trabajo y tantas cosas que hacer que perdimos la práctica, ¡y no te imaginas lo que nos está costando! Sobre todo las matemáticas", bromea este padre de familia. "Siempre me ha gustado mucho leer, me encanta la literatura pero no lo hacía bien, no paraba en las comas, me cansaba y así lo fui dejando. Ahora otra vez le cogí gustillo a la lectura", comentaba orgullosa su mujer, Vanessa Léon. Todavía no pueden ayudar a sus tres hijos con los deberes, pero van camino de ello. "Antes era el mayor quien nos leía las cartas e incluso nos rellenaba papeles, ahora ya estamos prácticamente a su nivel. La gente lo ve como algo normal, sin embargo para nosotros ser capaces de hacer esto es una satisfacción increíble. Esperemos tener avanzar mucho más, y porque no, igual seguir estudiando algún grado o FP superior, pero poco a poco", aventura esta pareja.

Será a principios de septiembre cuando reciban sus diplomas sin olvidar que lo más importante lo llevan a diario en su cabeza. "Para nosotros este curso ha sido una oportunidad única. No podemos ni queremos que cuando este se termine dejar de estudiar. Queremos seguir formándonos y ojalá la Diputación de Pontevedra confíe en nosotros y siga ayudando a este curso porque no querríamos perder todo lo que hemos ganado", comentan los alumnos, mientras prosiguen con sus clases.

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