No llegaron a los 70 participantes previstos pero no por ello decayó el espectáculo. Derrapes, trompos, rebufos e incluso algún que otro choque convirtieron, un año más, a Bembrive en la capital de la velocidad. Una treintena de carrilanas tomaron las calles y caminos de la Entidad Local Menor arropadas por los aplausos y vítores de los cientos de aficionado que se acercaron hasta los extremos del trazado para observar la competición.

Y es que aunque parezca una prueba menor y cuya meta última sea la diversión, los tiempos sí son computables para el Campeonato Gallego de Carrilanas. En esta edición, no fue posible revivir el Open Nacional pero la IV Bajada Cidade de Vigo no defraudó.

Ya desde primera hora de la mañana, los organizadores acomodaron sus puestos en diferentes tramos del recorrido. Mini bares y sillas plegables invitaban a pasar una jornada diferente con la familia disfrutando del espectáculo de tras dos y cuatro ruedas, al gusto del piloto. Niños, padres, abuelos, nadie quiso perder ojo a este espectáculo que cada año reúne a un mayor número de gente.

Uno de los puntos más poblados fue la gran horquilla del Camiño de Igrexa, donde se vieron los derrapes más llamativos. Las laderas del monte, el islote que separa el asfalto o una bocacalle, cualquier punto era válido para contemplar a estos bólidos descender a importantes velocidades solo con ayuda del impulso, la pendiente y lo más importante, los frenos.

Premios en las siete categorías

Un total de siete categorías diferentes se dieron cita en este descenso Ciudad de Vigo. Por parte de las carrilanas neumáticas (denominadas así por llevar ruedas de goma en lugar de ser metálicas) C1-C4, el ganador fue Jacobo Bastos, quien realizó los 2,5 kilómetros del recorrido en 2 minutos 19 segundos. Javier Varelo hizo lo propio en C8 Y C9 y Samuel Mallo en GX. En drif trike (triciclos), Diego Pérez se alzó con el primer premio. Sus 'gemelas mayores', las gravity bike tienen a la única mujer campeona, Nerea Pérez Castro.

La deportividad no quedó exenta en este descenso y los pilotos Manuel Dios y Hugo González, que sufrieron sendos golpes durante sus bajadas, fueron recompensados por la organización con un trofeo que, al igual que los anteriores, los entregó el concejal de deportes de la agrupación municipal, Manel Fernández. La organización resaltaba al final de la prueba el gran espectáculo ofrecido por los pilotos y la entrega del multitudinario público.