La posición de los comerciantes ante la decisión de colocar dispositivos de vigilancia en Príncipe ha sido unánime: las cámara dotarán de mayor seguridad a la zona y a sus negocios y por lo tanto es aplaudida en su totalidad.
El gerente de esta asociación, Enrique Núñez ha respaldado la actuación del alcalde reivindicando que esta acción ya había sido solicitada por los comerciantes desde hace 14 años. "Es una gran decisión porque aquí tenemos problemas todos los fines de semana. En Navidad se destrozan los adornos, que es lo que sí sale a luz pero hay más cosas. Estas cámaras son un sistema disuasorio muy importante para la zona comercial por excelencia de la ciudad", destaca Núñez.
Pintadas y cristales rotos
Estos problemas a los que hace referencia el gerente versan sobre "pintadas en persianas, cristales rotos, te tapan las cerraduras para que no puedas abrir. Hay seguros que no quieren cubrir a las tiendas de Príncipe". "Hay problemas pero los comerciantes los ocultan porque quieren vender y si la zona tiene fama de conflictiva la gente no viene", apunta Enrique Nuñez, quien ataja los problemas a la noche viguesa. "La gente vuelve de la zona vieja a Churruca y te rayan el escaparate o te lo rompen o pintan su nombre en la persianas. Hay algunas tiendas que ya han desistido", lamenta el gerente.
Quien también atribuye estos actos vandálicos al ocio nocturno es su homónima en la asociación Vigo Vello. Itos Domínguez confiesa que el denominado 'botellón' causa "la gran mayoría de los destrozos", alegando que son siempre "las mismas pandillas de jóvenes que solo destrozan por diversión". Considera que además de cámaras como elemento dinosaurio, debería haber más vigilancia de patrullas por la zona.
Rubén Pérez, presidente de Zona Náutico reitera que son "las grandes reuniones de jóvenes las que provocan los destrozos, ya que las pequeñas concentraciones solo dejan basura". Reconoce que por su zona las vallas y paredes pintadas están a la orden del día.
