El PP pidió ayer al Gobierno municipal que los aficionados que haya que "reubicar" en Balaídos debido a las obras en el estadio "sufran las menos incomodidades posibles". "El celtismo está ilusionado con el primer partido de Liga en casa, una temporada en la que el equipo ha regresado a Europa, a conocer en vivo los nuevos fichajes... Esperamos que la incomodidad de las obras afecten lo mínimo posible a los aficionados", recalcó el concejal popular Miguel Fidalgo, quien muestra además su "confianza" en que "Balaídos por fin supere el examen de la Liga".

"Los inspectores tendrán que volver antes del estreno del Celta frente al Leganés, y esperemos que esta vez el gobierno municipal haya hecho los deberes", anotó Fidalgo. El edil insiste también en que el Celta "pueda jugar con normalidad" y que "todos los aficionados sean decentemente reubicados". Incide además en que el PP ya había advertido de "la falta de rigor y la improvisación del gobierno municipal, que lo ha dejado todo para última hora".

"Sería muy importante que el Concello tenga previsto para el día del partido un operativo que dé todas las facilidades al aficionado", zanja Fidalgo.