Los campus están llamados a atraer a un "perfil cada vez más amplio de alumnos" a través de másteres, cursos de verano y otro tipo de actividades formativas. "Ya no tiene sentido estudiar una vez la carrera y no volver a la Universidad. Todo cambia muy rápido y la obligación de la Educación Superior es estar ahí para ofrecer este conocimiento. Nuestra función no es solo ofertar títulos, sino también dar formación a lo largo de toda la vida. Y en Vigo tenemos esta inquietud", destaca el vicerrector Manuel Fernández.

En este sentido, alude a los community college de EE UU, centros de formación que cumplen este servicio a la sociedad norteamericana: "Funcionan muy bien y nosotros queremos cubrir este aspecto con los cursos de verano y el programa de mayores. Intentamos llegar a este nicho".

Esta misión se reforzará con la futura apertura de la sede institucional en O Berbés, prevista para 2018. "Además de acoger los cursos del Centro de Linguas, permitirá celebrar muchas actividades culturales y también cursos de verano. Aunque ahora mismo ya se desarrollan también en otras ubicaciones como la Estación de Toralla y en localidades como Arousa, Gondomar o Cangas", señala Fernández.

El vicerrector destaca el "interés general" entre los profesores de la Universidad de Vigo a la hora de proponer actividades formativas. "Requieren una dedicación y en general son participativos. Y eso a a pesar de que esta labor a través de la que los docentes dan respuesta a una necesidad social está poco reconocida a nivel estatal, pues lo que se prima es la investigación y otras cuestiones a la hora de promocionar. Por eso en nuestra institución intentamos que haya maneras para reconocer este trabajo", apunta.

Paradójicamente, al vicerrector encargado de los cursos de verano le ha vuelto a tocar trabajar durante el mes de agosto sustituyendo al rector Salustiano Mato. "No es la primera vez, ya estoy acostumbrado", dice entre risas.