El festival, los deportistas y los asistentes de la decimosexta edición del certamen urbano O'Marisquiño (OM), que terminó ayer con la celebración de todas las finales de las diversas disciplinas y el clásico descenso en "mountain bike" por el Casco Vello de Vigo, se han despedido hasta el año próximo. Para alegría de ellos, y de la ciudad, solo es un "hasta luego", un punto y seguido, porque esta despedida no es ni mucho menos un "adiós".

Por última vez este año, en O'Marisquiño volaron "skates", bicis y motos con la clausura de la edición más internacional y más grande -debido a un emplazamiento de 150.000 metros cuadrados- de la historia del festival creado por el vigués Carlos Domínguez, "Pity", en 2001, quien a día de hoy todavía no se cree la repercusión que ha alcanzado el evento.

Cualquier registro del viernes y del sábado fue superado con creces ayer, domingo. Jornada especial para los amantes del deporte extremo con el regreso del descenso urbano en bici de montaña, es decir, de la MTB Downtown Race.

Tras los entrenamientos, que ocuparon toda la franja matutina, los 106 "riders" inscritos -en categoría féminas, junior, cadete, sub-23, master y élite- compitieron en bicicletas de carbono y de aluminio por llevarse el trofeo a casa. En el decimosexto OM, el recorrido de la bajada fue similar a antaño, en palabras del director de carrera Guillermo Jane.

1.200 metros de recorrido con salida en la primera muralla del Castillo de San Sebastián (O Castro) y llegada en la explanada de enfrente del edificio del Hotel Bahía.

El circuito de este año, en el que compitieron ayer pilotos de todas las edades y sexos, fue diseñado de distinta manera incorporando más módulos que favorecieron a un mayor espectáculo con saltos más arriesgados. Incluso, se incorporó un nuevo "wallride", es decir, una especie de muro proyectado para que las bicis de montaña y sus dueños lo trazasen con la mayor destreza posible y evitar así daños mayores, debido a su peligrosidad.

La carrera constó de dos mangas, la primera de ellas clasificatoria, pues determinó el orden de salida para la gran ronda final. En ellas, el "rider" portugués José Borges, el principal favorito, no defraudó.

La historia de Borges con O'Marisquiño es una relación de amor-odio. El portugués, que en la edición anterior se fracturó la tibia y el peroné durante el descenso, logró el título por cuarta vez siendo el piloto más rápido de los más de cien. El tiempo: 1.17 minutos. Un segundo más que Aarón Caballero, ausente debido a una lesión, con el que salió victorioso en 2015. Gabriel Alonso y Francisco Marqués completaron el podio de la carrera a contrarreloj. Por su parte, Carmen Rosa Martínez venció en la disciplina de féminas.

A pesar del importante protagonismo que obtuvo la contrarreloj de descenso, las fases finales de los campeonatos del mundo y copas del mundo de "skate" y "dirt jump" no tuvieron menos. Las gradas y los alrededores de las pistas mostraron su mejor cara gracias también al ejercicio de animación de los "speakers" de las competiciones. Lo mismo sudeció en la infraestructuras de BMX, "motocross", "break dance" y motonáutica. Asimismo, todos los lugares contaron con un nivel de seguridad bueno, ya que no hubo infortunios que lamentar durante el fin de semana.

Con todo ello, y la última tandada de conciertos en Praza do Rei -Mad Profesor, Meneo y Mix Master Mike-, el evento multidisciplinar urbano dijo "hasta pronto" y desde hoy la organización ya planifica cómo mejorar el éxito cosechado estos tres días.