El proceso de regularización emprendido por la Dirección General del Catastro en junio de 2015 ha permitido destapar un total de 6.374 construcciones irregulares en el municipio de Vigo. Se trata de piscinas, galpones, nuevas viviendas, rehabilitaciones o ampliaciones sobre lo ya construido que estaban sin declarar y sobre las que no se aplicaba el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).
Gracias al proceso de revisión emprendido por el Ministerio de Hacienda, el Concello prevé ingresar 882.000 euros correspondientes a estas propiedades que no tributaban. Una de las zonas en las que se han destapado más infracciones es la franja costera desde el arranque de Canido hasta la parroquia de Oia. Otro punto caliente de la regularización es el barrio de Ribadavia hasta el entorno del Colegio Hogar y el entorno de Urzáiz.
Se trata de una iniciativa nacional que se viene aplicando en los ayuntamientos desde 2013 y en la última anualidad en la provincia de Pontevedra ha llegado a Vigo, Illa de Arousa y A Golada. Los técnicos analizan todo el parque inmobiliario de los municipios, realizan visitas de campo, mediciones de las construcciones, toman fotografías exteriores y se apoyan durante la investigación en imágenes aéreas para comparar lo actualmente construido y declarado con lo que había hace varios años.
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La Gerencia de Urbanismo de Vigo llevaba ya dos años empleando un sistema similar para regularizar las construcciones que se escapaban a su control. Hasta noviembre de 2015 había detectado 2.000 incidencias a las que se suman ahora las más de seis mil que arroja el informe del Catastro.
Desde el gobierno local informan de que la normativa nacional prevé que los propietarios sean sancionados con una cuantía de entre el 50% y el 100% del recibo de IBI en función de si se limitaron a ocultar datos o presentaron en el Ayuntamiento información falsa con la intención de engañar a los inspectores. Quienes estén en este supuesto tendrán que abonar el recibo de IBI que le corresponda más una cuantía idéntica en concepto de multa.
El valor catastral de las construcciones irregulares que se destaparon en Vigo asciende a 100 millones de euros, pero el valor de todos los bienes inmuebles de naturaleza urbana de Vigo apenas sube un 1,3% en el último año porque de forma paralela desaparecen del padrón del IBI urbano 3.655 suelos sin ordenación pormenorizada que tras la reforma de la Ley del Catastro Inmobiliario de 2015 pasan a tributar como bienes de naturaleza rústica con un tipo mucho más bajo. Estos suelos representaban un valor catastral de 98,3 millones que casi deja sin efecto la incorporación de las nuevas construcciones urbanas que se escapaban del control de Urbanismo.
El balance de la Dirección General del Catastro revela que un 83% de las "alteraciones" subsanadas -5.348 construcciones- se corresponden con nuevas viviendas y ampliaciones de otras ya existentes sobre las que no se informó. Otros 384 expedientes -6% del total- proceden de piscinas que estaban sin declarar y 475 -7,4% del total- tienen como origen reformas en viejas edificaciones. Hay otros 99 expedientes de sanción abiertos por rehabilitaciones y 68 en los que se detectó un cambio de uso respecto al tipo de construcción y la licencia para la que se pidió permiso.
El volcado de todos los datos recogidos durante un año en el municipio ha permitido al Catastro y a Urbanismo elaborar unos mapas de densidades según el número de alteraciones y el incremento del valor catastral experimentado por una determinada zona. En ambos tienen un papel destacado las parroquias de Coruxo y Oia, de forma particular las zonas más próximas a la costa.
Es ahí donde más actividad han tenido los inspectores junto a la parte de Sárdoma más pegada al casco urbano, el barrio de Ribadavia, la parte final de Valladares limítrofe con Zamáns y la parroquia de San Xoán Poulo. Los mapas también apuntan a una zona en el centro en el entorno de Urzáiz y a Toralla, donde el color de las irregularidades desvela que la mayoría se corresponde con la construcción de piscinas. Hay otra zona céntrica donde predominan este tipo de irregularidades: los chalés construidos en la falda del Castro.
La recaudación por IBI alcanzará los 63,6 millones de euros gracias a las 213.015 propiedades inscritas
- La recaudación por el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) alcanzará este año los 63,6 millones de euros. El Concello tiene previsto aprobar en los próximos días el padrón municipal al que están sujetos un total de 213.015 construcciones del municipio. Por esta vía las arcas municipales reciben un tercio de todos sus ingresos.La incorporación de bienes que hasta ahora no declaraban permiten al Concello compensar la pérdida de ingresos procedentes de las fincas sin ordenación detallada que pasan a tributar como rústicas. A mayores, a las previsiones iniciales de recaudación por IBI urbano de 62 millones de euros hay que recortarle otros 203.122 euros de las bonificaciones que se autorizan a familias numerosas o con pocos recursos y viviendas de protección oficial, así como 171.018 euros correspondientes a propiedades que siguen "en investigación" y otros 594.338 por distintas incidencias que se giran por ingreso directo. Al final, el importe del IBI urbano queda en 61,2 millones de euros con una media por recibo de 300 euros.De forma adicional, la Concejalía de Presupuestos y Hacienda prevé ingresar otros 2,4 millones de euros procedentes de los bienes de características especiales (Bices), tipo con el que se gravan los suelos portuarios, las autopistas, los túneles, embalses o el aeropuerto. El valor catastral de estos bienes en el municipio es de 329 millones de euros.Están exentas de tributar las propiedades del Estado, de las CCAA, los centros educativos, los del Sergas, montes vecinales, edificios de gobiernos extranjeros, los bienes de la Iglesia y la Cruz Roja y las fincas por las que circula el ferrocarril.
