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Evolución de los inmuebles ligados a actividades económicas

Vigo pierde un millar de comercios y empresas desde 2009 mientras su hostelería crece un 16%

Es la única ciudad gallega en la que crecieron las actividades de ocio, hoteles, restaurantes y bares: un 16% -Arrancó 2009 con 7.619 locales industriales y se queda con 6.833 -Sigue pendiente el desarrollo de grandes áreas comerciales

Cruceristas en una de las terrazas del Casco Vello de Vigo / / J. Santomé

Vigo ha perdido en siete años un total de 280 establecimientos comerciales y 786 locales dedicados a alguna actividad industrial. Los contundentes datos proceden de la última relación de bienes inmuebles urbanos publicada por el Instituto Galego de Estadística (IGE). Vigo es la ciudad gallega en la que se han clausurado más negocios desde 2009 y sorprende de forma particular lo ocurrido con el comercio, puesto que en el resto de urbes gallegas se ha logrado compensar el descenso de pequeñas tiendas de barrio con la construcción de grandes áreas comerciales, pero estos proyectos siguen sin materializarse en el sur de la comunidad.

El contrapunto a este balance negativo lo ofrece el sector del ocio y la hostelería con un crecimiento en este mismo periodo del 16%. En el año 2009 ocupaban 244 locales en el municipio y han dado el salto a los 285 al finalizar 2015, último dato facilitado. Este crecimiento impulsado en parte por la recuperación de los cascos históricos del centro y Bouzas es un fenómeno único en la comunidad. En el resto de urbes las cifras se mantienen prácticamente sin variaciones. Valen como ejemplo los casos de A Coruña o Pontevedra. La primera pasó de 343 a 349 negocios hosteleros en siete años y la ciudad del Lérez de 62 a 63.

Pero también es el único terreno que ofrece un respiro a la ciudad. La caída del consumo y el colapso del sector de la construcción han tenido un reflejo directo en el parque inmobiliario vigués y el municipio se ha quedado con 9.872 locales y naves destinados al comercio minorista frente a los 10.152 del ejercicio 2009. Lo más curioso es que las cifras se mantuvieron sin muchas variaciones hasta 2014 e incluso en 2015 el IGE_reflejó un repunte de las aperturas que coincide con el auge del autoempleo. Muchos jóvenes o desempleados que habían cobrado una indemnización decidieron emprender ante la falta de perspectivas laborales, pero los datos de marzo de este año revelan que no todas las ideas fraguaron. Tras superar ampliamente los 10.000 comercios en el año 2015, Vigo se queda ahora con 9.872.

Los datos de la industria tampoco son buenos. Caen un 10% en siete años que se traduce en casi 800 actividades menos. Las otras ciudades gallegas donde más se ha resentido la industria son Santiago, con el cierre de 443 factorías, Ourense, con un descenso de 425, y las 316 que se clausuraron en Pontevedra. En este mismo periodo en A Coruña fueron 170 los inmuebles que dejaron de utilizarse para uso industrial, según las últimas estadísticas autonómicas obtenidas de la Dirección General del Catastro.

Son muchos los factores que explican el retroceso de las cifras olívicas. Es lógico que la crisis afectara en mayor medida a la ciudad más industrializada y que eso reduzca el volumen de negocios, pero el gerente de la Cámara de Comercio de Vigo, José María Orois, recuerda que parte del descenso se debe a un cambio que se arrastra desde más antiguo: "el progresivo traslado de actividades industriales del centro de las ciudades hacia la periferia, en ocasiones llegando a instalarse en polígonos que pertenecen a otros municipios". La actividad y el empleo no se pierden, pero sí dejan de computar en el catastro de sus ciudades de origen. "Es un fenómeno común en todas las grandes urbes", apunta.

Por su parte, Javier Garrido, de Aproin, atribuye parte del retroceso industrial "al efecto dominó que provocó la crisis inmobiliaria. Las madereras, las industrias cerámicas o los instaladores eléctricos se vieron afectados y muchos cerraron", explica el presidente de los promotores, que confía en que a corto plazo vuelvan a realizarse inversiones y remonten las cifras.

Menos grandes superficies

Los datos vigueses sobre comercio no pueden aislarse de la tendencia generalizada a abrir tiendas de mayor tamaño y especializadas en una determinada temática que suelen ubicarse a las afueras del casco urbano. "Los datos son claros y es evidente que el comercio minorista se vio muy afectado por la caída de poder adquisitivo de las familias. Han cerrado muchos negocios y esto sumado a la apuesta por establecimientos más grandes reduce el número total de unidades comerciales en la ciudad", argumenta José María Orois.

Otro factor que explica las diferencias en este ámbito entre Vigo y el resto de urbes es que el sur gallego ha quedado al margen de la apertura en los últimos años de grandes áreas comerciales y la implantación de conocidas multinacionales. En la urbe herculina se construyeron dos centros comerciales en los últimos años que le permitieron ganar 459 comercios en siete años a pesar de los cierres en el centro. En Santiago se vivió algo parecido con la inauguración de As Cancelas a finales de 2012 cuando la crisis aún no amainaba. Este centro y la llegada de empresas nuevas y outlets le permitió ganar 335 tiendas.

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