El barrio de Coia ha recuperado la "vida" con la reapertura ayer del mercadillo feriante. Después de su suspensión el pasado mes de noviembre, el parque de A Bouza amaneció con menos puestos de lo habitual y con un ambiente más tranquilo y seguro, debido en parte a la presencial policial.

Tras el tiroteo entre "morones" y "zamoranos" del 21 de octubre del año pasado, los comerciantes y compradores del mercado al aire libre de Coia se vieron obligados a desplazarse a otros puntos de venta. Los primeros, para ganarse la vida. Y los segundos, en busca de otras oportunidades.

"Teníamos muchísimas ganas de que abriese", manifiestan Almudena y María, habituales en este tipo de plazas durante el verano. No son las únicas en alegrarse, es más, de manera unánime los vecinos de la ciudad comparten su satisfacción con la inauguración de dicha feria. "Era necesario que abriese, es lo lógico, es la vida de aquí", comentan Carlos y Camilo, ambos vecinos del mismo barrio que alberga el tradicional mercadillo de Vigo. Por lo tanto, júbilo, sí, pero bajo una condición: "Con seguridad". Así se explicaba Landesa, vigués de nacimiento y alemán de adopción desde hace 47 años, que disfruta de sus últimos días de vacaciones en su lugar natal.

Sobre la reapertura, muchos feriantes mostraron su cara más tímida y rehusaron hacer cualquier tipo de comentario. Para ayer, el Concello concedió la licencia a 75 puestos, aunque no llegaron a la treintena los que acudieron al estreno, a pesar de los 120 espacios habilitados. "El comienzo está yendo con calma, ha sido una mañana diferente, con muy poco puesto pero con más compradores", afirman José y María, un matrimonio de comercio ambulante.

Este extraño e inusual ambiente no pasó desapercibido para los clientes. "No están los puestos a los que solíamos venir", cuentan María y Almudena. La situación es más pacífica que antaño. "Hay más tranquilidad y las licencias están a la vista", aclaran Ana María y Sandra. Camilo y Carlos refuerzan sus palabras: "Ahora, está mejor preparado y más limpio".

El regreso a A Bouza no ha sido fácil para todos, la sombra de aquel lúgubre suceso todavía está en la memoria de algunos. "Teníamos miedo porque el último día que vinimos, poco después de marcharnos, ocurrió el tiroteo... podíamos haber estado presentes", narran Sandra y Ana María. "Estaba indeciso en si venir o no", asiente Landesa.

Por otro lado, en voca de los comerciantes continúa la polémica sobre las tasas, las cuales consideran "inasumibles" y de mayor precio al de otros lugares. "Hasta ahora no sabemos el precio fijo, pero Vigo es el mercado más caro en el que he trabajado", dice Abdul, feriante que acude al barrio por primera vez. Horacio, con más de 25 años de profesión, asegura que "nadie va a venir con estos precios, yo desde luego que no".

Por su parte, el Ayuntamiento de Vigo aclara que la tasa por día y metro lineal en Coia es de 1,45 euros, una normativa vigente desde 1999. El gobierno municipal asegura que la única medida que ha tomado es vigilar el pago con mayor cuidado y transparencia, además de unos requisitos que conllevan seguridad y garantía de buen hacer. Juan Carlos, vendedor ambulante, concuerda con ello: "Aquí, legales todos o que no se monte".