Las celebraciones en honor al Cristo de la Victoria dan hoy comienzo. La hermana mayor de la cofradía, Marora Martín-Caloto, afronta entusiasmada los últimos preparativos antes de la puesta en marcha de la gran festividad. Presidenta desde 2005, lleva comprometida con la entidad religiosa desde hace más de 15 años, y asegura que su cometido ahora es hacer frente a los retos de los nuevos tiempos.
-¿Qué esperan en la cofradía para las celebraciones de este año?
-Como en años anteriores, espero que la gente acuda con la misma devoción, fervor y entusiasmo de siempre. Y que todo resulte tan bonito. Estos días son muy intensos, pero los esperamos con ilusión.
-¿Cuáles son los retos que se les han presentado?
-Cada año intentamos superarnos y modernizarnos. Un año pones una pantalla en la Colegiata, otros retransmites los actos en directo por la página web... Debemos adaptarnos a los tiempos. Es una procesión de más de 200 años y, aunque sustancialmente es lo mismo, hay que hacer pequeñas modificaciones porque vivimos en el siglo XXI. Hay que adaptarse para que la tradición no se pierda y para que la gente joven se enganche. Como presidenta, mi encargo fundamental es aumentar la devoción y que se siga transmitiendo de generación en generación. Es en lo que pongo mayor esfuerzo.
-En ese proceso de modernización, ¿se nota el relevo generacional en la cofradía?
-Sí, se nota. Es algo que siempre preocupa, pero yo estoy tranquila. Ya empezamos a ver gente más joven y con interés. Hace unos años sí nos preocupaba este tema, pero ahora vemos que los nuevos se implican, nos ayudan y nos proponen cosas.
-¿La devoción por el Cristo se transmite por tradición familiar?
-Sí, suele ser lo más fácil. Cuando eres joven, a lo mejor no le das tanta importancia, pero es algo que has vivido de niño. Ves que tus padres y tus abuelos han estado ahí y eso se recupera. Quieres hacer lo que hacían ellos. Aunque también hay gente a la que el interés le surge por otros motivos.
-El pregonero de este año es José María Fonseca, presidente de Terras Gauda. ¿En qué se han apoyado para su elección?
-En las reuniones buscamos a personas que hayan hecho algo por Vigo. Es una forma de agradecer su trabajo y su esfuerzo. Él ha conseguido por iniciativa propia colocar vinos gallegos por todo el mundo con un gran prestigio. Ha tirado de Galicia y para nosotros es un honor y una forma de agradecer su labor.
-¿Qué es lo más especial de esta procesión para usted?
-El Cristo de la Victoria aglutina a muchísima gente, no solo de Vigo, sino también de los alrededores. Lo especial es la devoción que se ve en la gente. Yo creo que es la procesión más concurrida de Galicia, y con el paso de los años no ha disminuido el fervor. Cada una tiene su encanto, pero esta consigue reunir a todos alrededor del Cristo de la Victoria, que, además, forma parte de la historia de Vigo. El Cristo de la Victoria y la ciudad han crecido juntos, de la mano. No se concibe a Vigo sin su Cristo y al revés. Han formado parte de la historia juntos.
