Franco arribó a Vigo el 24 de agosto de 1970 a bordo del Azor para inaugurar la Casa del Mar y desde entonces el edificio del número 51 de la avenida Beiramar funcionó sin ningún vínculo formal con el Puerto pese a construirse en terrenos de su jurisdicción. Esta situación de alegalidad del inmueble tutelado por el Instituto Social de la Marina (ISM) surge en el marco de la campaña de revisión de espacios ubicados en ámbito de la Autoridad Portuaria para comprobar si sus usuarios desarrollan la actividad para la concesión que pidieron o si carecen de esta condición, como ocurrió en el caso de Audasa con el puente de Rande. Pero a diferencia de la titular de la autopista, el organismo propietario de la Casa del Mar -dependiente del Ministerio de Empleo y de Seguridad Social-, ha accedido sin discrepancias a convertirse en concesionario y pagar las correspondientes tasas anuales el Puerto, como los centenares de inquilinos, desde empresas a instituciones, del ámbito ribereño de los cinco municipios con aguas de jurisdicción estatal.
Esta campaña de revisión de espacios impulsada por la presidencia de Praza da Estrela está descubriendo circunstancias peculiares que dejan en evidencia la gestión de sus dominios ejercida hasta la fecha. El presidente Enrique López Veiga admite que no puede explicar por qué razón a compañías privadas como Audasa nunca se le instó a cumplir sus obligaciones con el Puerto, permitiéndole que lleve más de 40 años sin pagar ni por la lámina de agua que ocupan los pilares del viaducto ni por la actividad que desarrolla en el puente. "No puedo responder por lo que se hizo o no se hizo cuando yo no estaba aquí", responde.
Respecto a la Casa del Mar, sin embargo, Veiga hace una precisión: "Fue el ISM el que puso en conocimiento del Puerto su situación irregular". Según el presidente portuario, la institución propietaria del edificio descubrió el entuerto a consecuencia de una serie de permisos que necesitaba para ejecutar obras. Así, desde el primer momento dio los pasos que marca la Ley de Puertos para reglamentar su edificio empezando por la solicitud de una concesión administrativa de 6.200 metros cuadrados, la superficie portuaria sobre los que se construyó hace 46 años en el número 51 de la avenida Beiramar.
Para cuando concluya este trámite, el ISM pasará a engrosar la lista de esos 600 concesionarios que pagan puntualmente cada año tasas portuarias. Aumentar la recaudación era la principal finalidad de la mencionada campaña, aunque ayer López Veiga no podía concretar la cifra que se le cobrará al ISM. "Será menos que a una empresa. Por ser un organismo del Estado tienen una bonificación del 50%", apuntó.
Poco a poco, la polémica iniciativa depara resultados. Otras instituciones también han respondido a los requerimientos de Praza da Estrela para "normalizar su situación", en palabras de Veiga. Se trata del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Instituto Español de Oceanografía (IEO). Ambas cuentan con locales fuera de sus sedes centrales en Bouzas y Cabo Estai. Dependencias que curiosamente se sitúan en el edificio asoportalado contiguo al de la Casa do Mar, y que según los servicios jurídicos de Praza da Estrela incumplían las condiciones exigidas para la ocupación del dominio portuario. Y al igual que el ISM, los responsables de esos organismos ya iniciaron el proceso para obtener la concesión administrativa.
Respecto a Aduanas, todavía siguen las negociaciones con Praza da Estrela para solucionar la situación de su edificio vecino al de la sede portuaria. Veiga confirmó estos días que ya estaba "arreglado", de manera que, previsiblemente, Aduanas acabará pagando por construir hace medio siglo un inmueble sobre terrenos que a juicio del Puerto son suyos.
