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Aprobado factible en Vigo, "hueso" en Madrid

Profesores y alumnos del campus reconocen que Resistencia de Materiales es exigente pero alcanzable tras conocer que solo 4 de 519 alumnos pasaron el parcial en la Politécnica

Una clase de Elasticidad y Resistencia de Materiales en Vigo. // J.L.

Solo 4 de los 519 alumnos que se presentaron al último parcial de la asignatura de Resistencia de Materiales y Elasticidad en la Escuela de Aeronáutica de la Politécnica de Madrid lograron aprobar. Unas cifras "anómalas" que sorprenden a los profesores y alumnos de Industriales, donde también se imparte la materia. Aquí no es una "maría", pues exige esfuerzo, pero tampoco entra en la temida categoría de las "hueso".

"Aunque desconozco el contenido del examen y las carreras son distintas, el porcentaje de aprobados me ha llamado muchísimo la atención. Las tasas en Vigo no tienen ni punto de comparación. La mayor dificultad de la materia radica en que es muy extensa y se ven muchos conceptos diferentes, por eso hay que llevarla al día para aprobar. Si lo dejas todo para el final es imposible", comenta la profesora Aida Badaoui, que imparte Resistencia de Materiales, del segundo curso, y Elasticidad y Ampliación de Resistencia de los Materiales, de tercero, en los grados de Ingeniería Mecánica y Tecnologías Industriales.

"A simple vista, los datos de Madrid no parecen lógicos. Aquí la tasa de aprobados en 2014/15 fue del 44,1%, lo que la sitúa en la media de las titulaciones de ingeniería. En la escuela elaboramos cada año informes sobre las asignaturas para detectar posibles dificultades y proponer mejoras si fuese necesario", señala Antonio Collazo, jefe del departamento de Ingeniería de los Materiales, Mecánica Aplicada y Construcción.

Los alumnos están de acuerdo con sus docentes. "Es complicada por cuestiones de temario, pero el examen es predecible y se puede aprobar. Es asumible. Casos tan flagrantes como el de la Politécnica de Madrid son debidos a que el profesor está inspirado o exige demasiado nivel, o pide lo que no explicó en clase", comentan David y Tomás, dos alumnos de la licenciatura a extinguir, cuyos planes de estudio también incluían Resistencia de Materiales. Ambos tuvieron que enfrentarse a más de una convocatoria para aprobarla.

"Es una formación básica para los ingenieros. Yo también la imparto en el máster de Ingeniería Industrial y algunos alumnos que no tuvieron esta formación en sus carreras o quieren reforzarla se matriculan en el grado", apunta Badaoui.

Las drásticas cifras de suspensos en Madrid contrastan con el currículo de sus alumnos, que se matriculan en la carrera de Aeronáutica con notas muy altas. Desde la Politécnica argumentan que los estudiantes no entendieron qué le iban a pedir en el examen o no estudiaron lo suficiente, además de achacarles falta de madurez.

"No puede ser que centenares de estudiantes sean torpes. No es la asignatura. Todas pueden ser muy complejas o accesibles en función de cómo se impartan o se presente el examen. Aquí Termodinámica es una de las que se van arrastrando y sin embargo en Madrid es una maría", comentan los alumnos.

El examen de la Politécnica era tipo test, sin embargo, en Vigo se basan en la resolución de ejercicios y tienen una duración mínima de dos horas. "Y no es de los más largos. Algunos, como el de Física, se dividen en dos días", apuntan.

"Cuando yo estudiaba la carrera, la asignatura era mucho más extensa y ahora es cuatrimestral. Además, la evaluación es continua y el examen forma parte de la nota final. Aquellos tiempos de ver menos de diez aprobados en listas de más de cien personas ya no pasan en Vigo", recuerda Bodoui, que hizo la carrera y se doctoró en la misma escuela donde ahora imparte clases.

Bolonia también ha adelantado los exámenes de septiembre a julio, una proximidad que no siempre es beneficiosa. "Las pruebas están muy próximas y los resultados no fueron muy buenos", revela la docente.

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