Aunque sus respectivas ideologías y discursos se sitúan en las antípodas, PP y Marea mostraron ayer un inusitado ejercicio de unión en el pleno. Además de las cuatro mociones y puntos que la cámara aprobó con la unanimidad de todos los grupos, los ediles populares y de Marea sumaron sus sufragios en otras tres votaciones: la que trató sobre Zona Franca, en la que ambos se abstuvieron; la que versó sobre Balaídos, en la que los dos partidos votaron a favor; y en la referente a la candidatura de las Islas Cíes para Patrimonio de la Humanidad, moción que también suscitó el encuentro de PP y Marea.

En otros dos casos ambos grupos emitieron un voto contrario al del PSOE, si bien sus posturas no fueron coincidentes. En concreto, mientras el PP optó por la papeleta del rechazo, los ediles de Marea esgrimieron la de la abstención. Aunque a priori el PSOE debería estar más cerca ideológicamente de esta última formación que el PP, los tres concejales de Marea solo votaron en una ocasión conjuntamente con los socialistas y en sentido contrario a los populares: en la moción que urge a la Xunta realizar un estudio de las zonas educativas.

El sentido de los votos coincide con el de los debates en el propio pleno, en el que en la mayoría de los casos el cruce de argumentos se lanza de un lado al otro de la cámara municipal -en el margen derecho está el PSOE y en el izquierdo, PP y Marea-. La semana pasada estos dos grupos presentaron un escrito cuestionando la elección de Caride como vocal de Zona Franca.