Son muchos los mitos que giran en torno a los pisos de estudiantes: apartamentos antiguos, muebles desgastados, sobrepoblación de inquilinos, cocinas convertidas en rastrillos de loza o neveras y alacenas invadidas por paquetes y sobras de pasta. Sin embargo el estudiantado de la Universidad de Vigo se ha vuelto más exquisito y no se conforma con cualquier vivienda.
Desde el incremento de las titulaciones y másteres en esta institución educativa, el número de estudiantes se ha incrementado y con ello los alquileres. Su precio y también condiciones ya no son los mismos que un lustro atrás. "Normalmente vienen buscando pisos de cuatro habitaciones, y el precio medio de ellos son 600 euros", confirman la gran mayoría de inmobiliarias olívicas, quienes señalan que muchos de ellos ya tienen inquilinos desde principios de junio. "Los universitarios ya quieren dejar todo atado, obviamente es más fácil encontrar gangas ahora que en septiembre. Muchos son de primer año, ya sea de carrera o máster, ya que el 80% suele continuar en el que estaban", reconocen desde la empresa Merca Service.
Compartir piso sigue siendo la opción más frecuentada por el estudiantado, que ve en el reparto de gastos una manera clara de ahorro. Sin embargo también es posible encontrarse con jóvenes que prefieren estudios o habitaciones únicas. "En este caso, el precio asciende a 300 euros por persona, cuando en uno compartido no llega los 200" , comentan en la inmobiliaria Amigo. No solo se incrementó el número de alquileres sino que también los precios e incluso las exigencias de los propios universitarios.
La calidad y cuantía del alquiler van de la mano. Si comúnmente se ha relacionado a estas viviendas como baratas y de no muy buena calidad, estas características ya no son las demandadas por el estudiantado. "Hay zonas mucho más baratas por Castrelos o barrios más alejados, pero por ahí ya no quieren. Buscan centro y que no estén en malas condicionen. Siempre encontrarás quien otorgue preferencia al precio, pero la mayoría busca calidad y que esté en una zona céntrica", añaden desde Amigo.
Las inmobiliarias empiezan en mayo sus campañas de captación de jóvenes estudiantes para sus pisos. Desde Martí, reconocen que este año, ante la multiplicación de universitarios en la UVigo mostraron sus anuncios con antelación. Y acertaron. "Hemos notado una mayor demanda de arrendatarios, por supuesto y es que también hay muchos más pisos para alquilar, más cuidados y de mayor calidad", reiteran. Pocos son ya los alquileres destinados a este colectivo que les quedan por arrendar. "Hemos encontrado sobre todo mucha gente de A Coruña de primer curso", agregan.
Plaza América, el límite
La zona por la que se inclina el estudiantado en busca de techo tiene su límite en Plaza América. "Las lanzaderas al campus son clave, por ello los jóvenes no miran más allá de este punto. Luego Torrecedeira también es un lugar frecuentado, pero los que tienen el clases ahí prefieren centro y desplazarse", narran desde Totcasa.
Aunque son cientos las inmobiliarias de la ciudad, no todas ponen moradas al servicio de estudiantes. Desde la empresa Castrelos explican que trabajan muy poco con el gremio estudiantil por lo problemas que puedan ocasionar. "Sus pretensiones pasan por pisos compartidos y aquí las responsabilidades de pago dependen de muchas personas. Y es complicado a veces controlar a una sola como para hacerlo con muchas", señalan. De igual forma, sí admiten el incremento de llamadas solicitando información desde hace mínimo un mes. "Muchos lo que hacen es cerrar el que ya tiene, pero también notamos que hay mucho nuevo, pero en verdad no tratamos en exceso con estudiantes", apuntan.
A falta de 40 días para el inicio del nuevo curso académico, los estudiantes han sido previsores a la hora de buscar un techo donde vivir y estudiar. Las pruebas de selectividad de septiembre decidirán el número total de huéspedes.
