"No me sentí a salvo ni en el hospital. Me esposaron a la cama porque decían que estaba muy agitado. Fue un horror". Por muchas veces que lo relate, Paul Boyce, de 48 años, sigue sin entender cómo pudieron ocurrirle los hechos acaecidos el pasado 26 de septiembre de 2015. "Me golpearon varias veces e incluso me atropellaron con el furgón. Me rompí tres costillas, contusiones en la rodilla y llegué a sangrar por los ojos y el culo", relata este ciudadano inglés afincado en Vigo. Sus "agresores" fueron- afirma- varios agentes de la Policía Nacional, que lo interceptaron a la salida de un bar cercano a calle Urzáiz en la madrugada del citado día.

Portavoces de la Comisaría aseguran no tener constancia de lo sucedido. Por ello, iniciaron ayer una investigación para esclarecer el suceso, que en caso de ser falso, conllevaría la toma de medidas legales contra el varón. "No tenemos ni partes de sala, ni de concurrencia de dicho día. Tampoco la Policía Local, a la que hemos consultado", reiteran las mismas fuentes.

Los hechos fueron descritos por el supuesto agredido en rueda de prensa. El varón había golpeado a un vehículo por la calle que le pasó rozando, "sin provocar daño alguno en él", tal y como relata su letrado Guillermo Presa Suárez. Ante esta situación, los agentes (se desconoce todavía el número) lo abordaron y solicitaron su documentación. Al no tenerla, decidieron llevarlo a comisaría para su identificación. El británico no entendió los motivos de su "detención" y en medio de la protesta es esposado y "me derriban contra el suelo y me golpean".

Según expone, se acercó a él una furgoneta de la Policía Nacional, que calculando mal la maniobra se lleva por delante al inglés, quien recibe un impacto en el costado derecho que le hace perder el conocimiento. "Estuve cerca de cinco minutos tirado en el suelo y cuando me desperté ya estaba en su interior. Me dicen que me van a llevar al hospital en vez de a Comisaría. Pero me piden que no cuente nada a nadie y me devuelven otro golpe en la espalda", lamenta Boyce, que asegura llevar nueve meses de baja por culpa de las lesiones. "Tengo dolor en el pecho, rodillas, en un ojo y tengo shock post traumático", asevera. Una vez fue trasladado al Álvaro Cunqueiro, asegura que lo esposaron a la cama al afirmar los agentes que se encontraba "muy agitado". "Tenía muchos dolores pero me dijeron que fuera a la farmacia por un paracetamol",comenta el británico.

El Juzgado de Instrucción nº 5 de Vigo está al cargo del caso. Para el mes de septiembre está prevista la vista contra la médico de guardia que lo atendió. Los agentes supuestamente implicados todavía no han sido localizados. Tanto Boyce como su letrado buscan testigos de la agresión.