El de los bolos celta es un deporte autóctono que se juega en varias comunidades, entre ellas Galicia. Y ha llegado a los juzgados de la mano del club Estivada de Belesar (Baiona), al que el uso de bolos de fibra, y no los tradicionales de madera de boj, les acarreó como sanción descender de la primera división de la liga nacional en la que se encontraban. Aunque desde que esto ocurrió ya han conseguido volver a subir a la máxima categoría -no les quedó más remedio que invertir en material de boj-, el litigio sigue adelante. "Estuvieron un año sin jugar por esa tontería de que no podían usar la fibra; el club se merecería al menos una indemnización por el daño moral causado y por el desprecio que padecieron cuando muchos equipos se negaban a jugar con ellos", afirman fuentes próximas a este joven colectivo creado hace aproximadamente 5 años.

El club presentó una denuncia contra la Federación Galega de Bolos, basándose en que las actas en las que se basó el Comité Galego de Xustiza Deportiva para imponer la sanción fueron de elaboración posterior a la supuesta fecha de los acuerdos verbales que prohibieron la fibra -alegan que el reglamento sí lo permitía-, pero el Juzgado de Instrucción 6 de Vigo archivó la causa penal al no apreciar delito. Pero el Estivada sigue adelante con la causa que formalizó ante el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 contra el Comité de Xustiza Deportivo, que mantiene que la sanción fue correcta. La vista estaba fijada para ayer, pero se aplazó para que comparezca un testigo propuesto por los denunciantes.

"Se trata de un club de gente joven con economía precaria; los bolos de fibra tienen la misma densidad y peso que los de boj, y estos últimos resultan más caros", afirma su representante legal.