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El patrón de la lancha que arrolló y mató a un bañista en Teis se enfrenta a 3 años de prisión

Lo acusa de homicidio por imprudencia grave y solicita indemnización de 242.500 euros para los hijos del fallecido - Sostiene que el barco iba a "gran velocidad" y entró en una "zona de baño"

El acusado, Jesús Villar. // M.G.B.

Tres años de prisión. Es la condena que solicita la Fiscalía para el patrón de la lancha de pesca que en un siniestro ocurrido hace ya dos años arrolló mortalmente a un bañista de 45 años que nadaba en las proximidades de una pequeña cala de A Guía, en Teis (Vigo). El Ministerio Público estima que el acusado, dueño del barco, es responsable de un delito de homicidio por imprudencia grave. Además de cárcel, pide que, con la responsabilidad civil directa y solidaria de la compañía Maphre, indemnice a los dos hijos menores del fallecido con 242.500 euros. Mientras, la defensa demanda la libre absolución al estimar que los hechos no son constitutivos de delito, precisando que de forma subsidiaria en caso de condena concurriría la atenuante de reparación del daño. La vista será en un juzgado de lo Penal vigués, pero aún no tiene fecha.

El siniestro ocurría el 2 de julio de 2014. El acusado, Jesús Villar, que se dedica a pesca y marisqueo, navegaba con su lancha No se, de 5,6 metros de eslora y motor de 25 caballos. Con él iba un amigo mecánico ya que ese día, según ya relataron entonces, estuvieron reparando una avería en el sistema de refrigeración del motor y decidieron salir a las ocho de la tarde del muelle de Punta Lagoa para probarlo.

El fiscal sostiene en su escrito de calificación provisional que el acusado salió del puerto deportivo pilotando su embarcación, "haciéndolo a gran velocidad y sin respetar el canal de navegación de entrada y salida al puerto delimitado por espeques (postes de hierro)". Según el Ministerio Público, en estas condiciones se adentró "en la zona de baño" de una cala próxima "sin aminorar su marcha ni adoptar la más elemental vigilancia exigible en evitación de riesgos". La acusación prosigue que Jesús no se apercibió "de la presencia en su trayectoria" del bañista, Marcos Castro Cabaleiro, "omitiendo las señales y gritos que éste y los restantes usuarios de la playa le dirigieron", momento en el que "lo arrolló a su paso". Las hélices y la quilla de la motora golpearon a la víctima, que falleció.

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Lugar

El lugar donde la lancha golpeó a la víctima fue entre la Cala do Faro, pequeña cala nudista a la que había ido el bañista, y una gran roca conocida como Peña do Cabrón. La CIAM (Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos) lo sitúa en un punto próximo a los 45 metros de la costa. La defensa difiere en esa ubicación: dice que ocurrió a más de 50 metros, agregando que la zona no está autorizada ni dada de alta para el baño ya que, apunta, no existe playa. Considera al respecto que la pequeña cala que había allí no tiene consideración de arenal.

La Fiscalía afirma en su escrito que la lancha tenía concertada la póliza con la aseguradora, puntualizando que la resolución de la misma "por impago de la primera prima" no consta "notificada fehacientemente" al acusado.

La defensa niega imprudencia y mantiene que el siniestro fue en lugar "no autorizado" para bañarse

  • La defensa difiere del fiscal. Tras precisar que el lugar del siniestro es una de las zonas de pesca a donde va su cliente y que ese día probaba junto al mecánico el motor de su lancha, relata que a la altura de una de las balizas auxiliares el motor se paró y, por el viento, se desvió al suroeste. Tras encenderlo y "comprobar que no existe obstáculo" el acusado aceleró cruzando la línea de balizas y se sentó a revisar los indicadores del cuadro de mandos. De repente, el mecánico, que según la defensa estaba vigilando, le hizo gestos de aviso señalando a estribor, por lo que el patrón movió la caña del motor para evitar lo que su amigo le indicaba, pero debido al viento y al "ángulo ciego" provocado por la mampara que protege el timonel, no pudo ver al bañista. La defensa sostiene que el bañista había aparecido "súbitamente". Y que el accidente fue en zona no autorizada para el baño. Su cliente, afirma, telefoneó a emergencias y se lanzó al agua, intentando, sin éxito, rescatar al hombre.

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