Un hombre de 35 años, C.C.V., usuario del centro para personas con parálisis cerebral APAMP falleció en la mañana de ayer al precipitarse desde una ventana del edificio de la asociación. Al lugar del suceso, sito en la calle Miguel Hernández, acudieron Policía Local, Nacional y una ambulancia medicalizada del 061. Los sanitarios le practicaron durante más de media hora un masaje cardiopulmonar pero nada se pudo hacer por salvarlo. La comisión judicial conformada por el Juzgado de Guardia nº7 fue la encargada de levantar el cadáver.

Según relatan fuentes policiales, el joven, que portaba dos muletas y era usuario activo del centro, acudió a la asociación a entregar un currículum. Subió a las oficinas, que se encuentran en la primera planta y al moverse para dejar paso a una persona tropezó con sus muletas y se precipitó de espaldas por el ventanal, de suelo a techo, y cayó a la acera desde una altura aproximada de cuatro metros. El joven quedó inconsciente en el mismo instante debido al fuerte golpe en la cabeza. El 061, que recibió la llamada en torno a las 12.40 horas, se trasladó de inmediato al lugar de la caída y a pesar de sus intentos, no lograron reanimarlo.

Desde la asociación la incredulidad y nerviosismo era tal que no fueron quien de articular palabra sobre el suceso. Debido a su conmoción han preferido guardar silencio sobre cómo ocurrieron los hechos, ya que fueron testigos directos de ellos al encontrarse varias personas con el varón en la oficina de APAMP. Su directora, Concepción Somoza no podía disimular su disgusto pero sí reiteró la excepcionalidad del joven.

Traslados al recinto de Navia

A las horas en las que produjo el fatal accidente eran decenas las personas, tanto trabajadores como usuarios, que se encontraban en el centro. Por precaución y para evitarles el mal trago de ver a su compañero fallecido, desde la asociación se trasladó a varios de ellos al centro que APAMP tiene en Navia, donde permanecieron hasta bien pasado el mediodía.

Los vecinos de la zona no salían de su conmoción ante dicho incidente, sorprendidos porque "es la primera vez que ocurre algo en este centro; dan un servicio maravilloso y les pasan estas cosas", comentaba la madre de una de las usuarias, quien además conocía al joven fallecido y lo describía como una "fantástica persona". "Era un chico increíblemente bueno, siempre alegre, siempre saludando; te veía y ya te decía ¡guapa! Era un niño fantástico", reconocía esta madre.

Habitantes próximos al centro de día afirmaron que el fallecido contaba también con un hermano en la misma asociación.