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Los rederos asumen su próximo traslado

Los usuarios de la nave de Bouzas que el Puerto pretende destinar a carga Ro-Ro reivindican la importancia del servicio que prestan a las armadores y reclaman una alternativa "válida"

Los rederos de O Berbés asumen que la Autoridad Portuaria quiera trasladarles a otra nave. "Comprendemos que el Puerto tenga que crecer y nunca nos opondríamos a eso", admite Plácido Fernández, uno de los responsables de las empresas de redería que trabajan en las instalaciones lindantes con la terminal Ro-Ro. Las discrepancias de este colectivo se centran en las razones que esgrimen desde Praza da Estrela para justificar su desalojo de esta edificación insinuando que está infrautilizada, y sobre todo, con la alternativa que se baraja para reubicarlos, en las antiguas naves de Alfageme en Beiramar, "porque no sirve", mantienen los trabajadores. Basta una mañana para comprobar que la actividad en este emplazamiento de Bouzas no es en absoluto menor como tampoco caprichosa la necesidad de disponer de un espacio alargado y con amplitud suficiente para desplegar hasta diez redes al mismo tiempo.

GALERÍA | Los rederos trabajando en O Berbés. // Ricardo Grobas

En esta nave rectangular de 105 metros de longitud por 50 de ancho y cerca de 10 de alto se reparan a diario las artes de pesca de más de una decena de armadoras. Sólo Rodríguez tiene a siete de ellas entre sus clientes y recibe una media de cuatro aparejos cada dos días. El trasiego de camiones cargados con montañas de redes es constante. Son las que emplean buques de Gran Sol, Malvinas, Canadá, Senegal y otros importantes caladeros del mundo donde faena la flota viguesa. Por la relevancia del servicio que prestan los rederos, el Puerto les construyó hace 14 años esta nave que ahora, aprovechando la reordenación de la terminal Ro-Ro, se pretende anexionar a la inmensa explanada de vehículos para destinarla a almacenamiento de mercancías de la autopista del mar.

A los afectados, esta iniciativa de la Autoridad Portuaria de buscarles otro emplazamiento les suena. En realidad, estrenaron la nave de Bouzas porque trabajaban en otra que se derribó para construir sobre la parcela el IES Audiovisual. "En esta nave podemos trabajar bien, el problema es que está pegada a la terminal de vehículos y sabíamos que un nuevo traslado no tardaría tiempo en producirse", confiesa Plácido.

Él y su hermano José son los representantes de la que temen será "la última generación de rederos". Trabajan desde los 14 años en un oficio que, sospechan, se encuentra al borde la extinción ."Ya no hay gente interesada en aprenderlo", lamentan. La tecnología ha cambiado en muchos aspectos la actividad en los buques, facilitándolo todo, desde la navegación a las maniobras. En cambio, la reparación de las redes, al fin y al cabo, la herramienta que permite la entrada de pesca a bordo, nada tiene que ver con programaciones informáticas, y todo sigue haciéndose a mano. Los rederos son unos auténticos artesanos que echan muchas horas de pie y sentados, siempre encorvados con la aguja en mano, atentos al cruce del hilo. Precisamente por la particularidad de su labor, tampoco les vale cualquier sitio como opción de traslado.

López Veiga defiende su plan

Para disponer de una visión amplia y general de la estructura de la red deben extender el aparejo a lo largo de la nave. Apoyando sobre el suelo sus 120 metros -de ancho alcanzan hasta los 20- detectan qué es exactamente lo que necesitan reparar. "Adonde nos quieren llevar no reúne las dimensiones necesarias, y tampoco tiene altura. Trabajar allí es inviable", explica, Plácido en referencia a la antigua propiedad de Alfageme sita en la avenida Beiramar en manos ahora de la Xunta.

El presidente del Puerto, Enrique López Veiga, trató ayer de tranquilizar al colectivo. "No se irán de la noche a la mañana y para un sitio que no les sirva", matizó. Con todo defiende la alternativa planteada: "No la conocen bien".

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