Una treintena de médicos jubilados fueron investidos ayer con el diploma y la insignia honorífica del Colegio Oficial de Médicos de Pontevedra. Tanto la junta como los asistentes reivindicaron en el acto la flexibilización de la edad de jubilación, a la que el Sergas accedió parcialmente este año.

"Es un homenaje sentido, de corazón y necesario, que se justifica por vuestra trayectoria", afirmó el presidente del Colegio, Luis Campos, ante los homenajeados. El presidente destacó la labor "desinteresada" en favor de los pacientes de los colegiados durante su carrera profesional.

La junta expresó también su disconformidad con la jubilación forzosa a los 65 años de sus compañeros que el Sergas venía aplicando desde 2013. Aunque desde el pasado 1 de mayo Sanidade permite solicitar una prórroga voluntaria anual a los médicos -acompañada de un informe que certifique las capacidades-, el colegio considera "discriminación" este cambio de voluntad, que deja a muchos profesionales fuera del servicio al haber cumplido los 65 años antes de esta fecha.

"Yo sigo trabajando para la privada", asevera María del Carmen Villanueva, una de las homenajeadas ayer que ya ha cumplido 70 años. Se muestra convencida de que hasta esa edad "uno está en perfectas condiciones" para continuar trabajando. Con ella coincide el médico José María Fernández, que considera necesaria una "reparación" del daño que se les ha ocasionado con lo que alguno de sus compañeros califica de un "ERE encubierto" para "deshacerse de plazas que no han sido repuestas. El doctor Rafael Pazos recuerda que otras comunidades autónomas no aplican este criterio por lo que se trata de una "discriminación también a nivel nacional".