El alcalde, Abel Caballero, estimó ayer que harán falta "una o dos semanas" para que los técnicos del Ayuntamiento revisen las casi 500 solicitudes de vendedores ambulantes para poder ejercer su actividad en las ferias de Bouzas y Coia y cuya avalancha de solicitudes a última hora obligó a aplazar la reapertura de ambas ferias, previstas para el domingo y el miércoles respectivamente.

Aseguró que el gobierno municipal autorizará "todas las que se puedan" para que haya tantos puestos como permitan los espacios habilitados para los mercadillos. Así, ha señalado que "la inmensa mayoría" de los feriantes que ya trabajaban en esas ferias tendrán espacio.

Caballero ha recalcado que el Ayuntamiento, que es el encargado de tramitar las solicitudes y de vigilar el funcionamiento de los mercadillos, quiere ser "especialmente cuidadoso en dar garantías legales" a los vendedores.