La iglesia de Santa María de Castrelos es uno de los mejores ejemplos de arte románico que se conservan en el rural gallego. Su construcción data del año 1216, cumple por tanto ocho siglos. Para celebrarlo, la Escola de Artes e Oficios ha organizado una exposición, Castrelos, 800 anos de arte románica. Unha visión contemporánea, en la que los alumnos muestran una perspectiva actual de este tipo de arte.

La escuela inauguró ayer esta colección, que ha servido también de trabajo de fin de curso, realizada a partir de la propuesta temática del profesorado a sus aprendices. Cerámica, pintura, artesanía en cuero, serigrafía artística, tallado en madera o encaje de palillos son algunas de las técnicas empleadas para reflexionar sobre esta obra de arte, pero también sobre la vida y la actualidad del románico. La efeméride coincide además con los 130 años de esta escuela, por lo que se trata de un hermanamiento entre ambos aniversarios.

La cita, armonizada con música en directo, congregó a un buen número de asistentes que abarrotaron la sala admirando piezas como la reproducción de un clavicordio, cuyo original se encuentra en el Museo Victoria y Albert de Londres, o una zanfona medieval. El alcalde, Abel Caballero, que también participó del acto, destacó el trabajo que realiza la escuela, que "fusiona", dijo, el arte, la cultura y las raíces, "imprescindibles para entender el futuro" y la "magia" de este proyecto.

Las obras expuestas son un ejemplo de la interdisciplinariedad del trabajo que lleva a cabo el centro. Así, las piezas exhiben diferentes interpretaciones y materiales de un mismo tema: la iglesia. Destacan objetos como los del taller de orfebrería, que se han decantado por el latón y la plata para interpretar uno de los óculos de la ábside de la iglesia, motivo repetido también para la creación en cuero. El alumnado del taller de Construcción Artesanal de InstrumentosMusicales-Gaita ha recreado una gaita de el Edad Media, tomando como referencia una de las imágenes que aparecen en las miniaturas de las cantigas de Alfonso X, El Sabio.

La escuela resume la exposición como "el resultado de una visita consciente, necesaria y creativa al pasado", la plasmación de una visión que, desde el centro educativo dedicado a la formación en los oficios artísticos, se quiere proyectar sobre el espectador, "llamándolo al reconocimiento de los propio" y poniendo el foco "sobre el hilo que conduce a la artesanía y el arte desde el pasado medieval hasta la actualidad".