Un avión de Iberia con destino a Vigo llegó ayer con hora y media de retraso al aterrizar a las 18.30 en vez de a las 17.00 previstas. Según los pasajeros, primero tuvieron que esperar dentro de la nave media hora por más viajeros que venían desde México y que aterrizaron tarde. Posteriormente, los motores no arrancaron y el piloto tuvo que llamar a mantenimiento con lo que el calor empezó a hacerse insoportable. "El avión estaba lleno, con muchos niños, y pasamos muchísimo calor", relatan los testigos, "y solo nos dieron un vaso de agua". Finalmente, despegaron a las 17.30 horas.