La vetusta cubierta de hormigón de la grada de Tribuna, ya desmontada y derruida, dará paso a una estructura mucho más ligera y moderna para proteger a los aficionados que además se extenderá por toda la fachada. El montaje del mecano que soportará las láminas de aluminio ondulado de color celeste que compondrán el armazón de la grada arrancó el jueves y concluirá el 12 de agosto, según el cronograma elaborado por la empresa guipuzcoana Lanik Ingenieros, que ha fabricado las piezas y supervisa la operación para instalarlas.
La estructura está formada por 2.889 barras de acero de color gris, con longitudes y diámetros diferentes, ya que deben ajustarse con exactitud y sin lugar a error a la fisionomía de la grada. Quedarán unidas entre sí por 764 esferas, según indican desde la firma vasca. "Es un soporte muy liviano con un montaje que reduce los riesgos de seguridad", explicó su director general, Andrés Barbadillo. El pasado martes, ya concluido el desmontaje y demolición de la antigua cubierta y despejada la explanada, empezaron a llegar las piezas. Durante esa jornada y la siguiente se depositaron 1.270 barras, 351 esferas, toda la tornillería y otros elementos como tacos y pintura de retoques.
El soporte es similar al que la ingeniería, con una larga trayectoria en este tipo de estructuras, ha colocado en los estadios de Arena das Dunas (Natal) e Itaipava Arena Pernambuco (Recife), dos de los estadios en los que se jugó la Copa del Mundo de Brasil de 2014. La empresa también instaló los mecanismos de movimiento de la cubierta de otro coliseo brasileño en el que se disputaron partidos del campeonato, el Joaquím Américo Guimarâes de Curitiba, que tiene el mayor techo retráctil de una infraestructura deportiva en toda Suramérica.
Antes de fabricar la malla espacial la adjudicataria de la reforma de Tribuna, Copasa -a la que el Concello adjudicó la obra por 4,6 millones-, realizó pruebas en el túnel de viento del Instituto de Microgravedad Ignacio da Riva de la Universidad Politécnica de Madrid. El objetivo era determinar con exactitud las cargas que soportará la cubierta, con el objetivo de afinar los cálculos y reforzar la estructura en los puntos precisos.
Operarios y técnicos de la empresa gallega Dizmar se encargarán del montaje de la malla espacial en el próximo mes y medio. La firma ya colaboró en la fabricación del soporte que fue necesario diseñar hace unas semanas para levantar las bañeras de hormigón de Tribuna.
Fachada celeste
La estructura de la cubierta será de color gris oscuro mientras que las tiras de aluminio que formarán el caparazón, tanto el nuevo techo como la fachada, tendrán una tonalidad celeste. En las últimas semanas se realizaron también pruebas en gris, ya que este color resulta más apto, según los técnicos, para utilizar las láminas a modo de pantalla cuando el Celta haga proyecciones de vídeo, pero finalmente se mantendrá el celeste. El color que identifica al club había sido elegido unánimemente en una encuesta que realizó el Concello entre la afición, tanto a pie de estadio como recabando la opinión de las peñas.
La grada, que está siendo remodelada íntegramente, debe estar plenamente operativa, con la cubierta instalada, para el inicio de la próxima temporada de Liga, el fin de semana del 21 de agosto. El sorteo para definir el calendario se realizará a mediados de julio y cabría la posibilidad de que el Celta juegue el primer partido fuera de casa, lo que daría un pequeño margen de tiempo mayor. Los plazos están ya muy ajustados.
Las obras avanzan en distintos puntos de la grada. Los vestuarios pasan a estar bajo Preferencia, y también se renovará todo el espacio interior de Tribuna y se construirán nuevos palcos. Aunque el estadio funcionará a principio de temporada los trabajos aún se prolongarán hasta diciembre. La grada será la primera de Balaídos en someterse a la remodelación integral. Este año deben arrancar las obras en Río, y quedará para 2017 y 2018 la reconstrucción de los fondos Marcador y Gol.