Ambición necesaria y legítima. Solidaridad. Responsabilidad. Gratitud. Visión de futuro. La intervención del vicepresidente de Abanca, Juan Carlos Escotet Rodríguez, como padrino durante el acto de graduación de los alumnos de Económicas fue más una lección de ética y de aprendizaje ante la nueva vida que iniciaron ayer que la disertación propia de un experto en economía y, en particular, del sector financiero. "Superen la inmediatez de los días y pregúntense dónde quisieran estar dentro de 25 o 30 años. A la pregunta personal del futuro debe contestarse con la mayor precisión posible. Para ciertas cosas, como la de tener una visión de la vida, las generalidades no son útiles. Los deseos han de ser nítidos y plausibles. Quien no tiene aspiraciones, corre el riesgo de perder sus esfuerzos. Tiene que haber un norte. Una ruta y un destino", arengó a los nuevos graduados en un salón de actos abarrotado de estudiantes, familiares y amigos.

Escotet arrancó su intervención apelando a un elemento biográfico y nostálgico. Así recordó cómo hacía treinta años él mismo había recogido el título que le acreditaba como titulado en Economía en la Universidad Católica de Andrés Bello, en Caracas. Entre el público, sus padres. "Experimenté el júbilo íntimo y casi inenarrable que es sentir que has cumplido una larga faena, para comenzar una nueva etapa", confesó a los asistentes.

El vicepresidente de Abanca desgranó los que, a su juicio, constituyen los grandes valores que deberían guiar la existencia de los flamantes graduados. El primero, el de la gratitud. A la familia, a los amigos, a los profesores y a las instituciones "que en algún momento apuntalaron nuestro camino".

La segunda idea es la adaptación permanente a un mundo que cambia de modo acelerado. "La crisis ha cambiado de condición: en vez de un fenómeno coyuntura es crónica", advirtió. Por ello, exigen medidas constantes en un intento de controlarla.

Además, Escotet instó a los estudiantes a manejarse con una "doble mirada". "Ser especialista en una materia no nos autoriza a trabajar ajenos a cuanto nos rodea". Hay que estar vigilantes del entorno y aprender a estar bien informados.

La responsabilidad es otro factor fundamental de actuación. "Tenemos que hacernos cargo de las acciones que tomamos", advirtió y hacer compatible el interés propio y el interés público. "Al mundo no le hacen falta profesionales enfocados en su egoísmo", censuró.

Escotet quiso concluir con una apelación al futuro, un futuro de plenitud y satisfacción que empieza a construirse desde el presente. "No olviden que en la esquina menos prevista, la vida aguarda y nos pregunta para qué, interroga por el sentido de nuestros esfuerzos, por el sentido de cómo vivimos", aleccionó.