Treinta palilleiras de Camariñas, descendientes de las que tejieron los encajes del Titanic, realizaron ayer una muestra junto a la maqueta del buque expuesta en la Estación Marítima. Confeccionaron los encajes que hace 104 años se hundieron en la bodega del barco.

En el documento de embarque de carga del buque solo figura una carga de origen español: una caja de encaje de Camariñas que, desde esta población coruñesa, se enviada desde Londres a Los Angeles vía Nueva York para un comercial americano.

Invitadas por la Fundación Titanic, las palilleiras demostraron a los asistentes cómo se conserva esta tradición y confeccionaron el mismo tipo de encajes que entonces viajaron en el llamado "buque de los sueños".

En la exposición se pude visitar una serie de objetos, documentos y fotografías originales donde se relata la historia del Titanic. Se reproduce también una maqueta del barco, la más grande del mundo, incluida la bodega de carga, donde se puede ver una caja de puntillas. También hay una muestra de estas confecciones que el Ayuntamiento de Camariñas cedió para la exposición y que pertenecen a su museo.