Pocos jóvenes de 16 años tienen tan claro su futuro como él. El vigués David Búa aspira a formar a los futuros universitarios que cursen la carrera de Matemáticas ya que su sueño pasa por obtener un Doctorado en Ciencias Exactas. Todavía le queda por delante aprobar 1º de Bachillerato, cursar segundo y pasar la selectividad o reválida, sin embargo ya ha colocado la primera piedra de este proyecto: lograr el Premio Nacional de Educación al rendimiento académico. El estudiante del IES Os Rosais II junto a otros catorce galardonados de toda España, se han coronado como las mentes más aplicadas de la ESO y por ello recibirán una distinción dotada con 1.000 euros.

-Logró una de las mejoras notas a nivel gallego y ahora también en el nacional, ¿fueron muchos las horas de estudio?

-Yo soy más de los que prefiere atender en clase. Los exámenes sí es cierto que son un poco más complicados pero con lo que explican y demás es posible sacar buenas notas sin estar horas y horas frente a los libros.

-¿No le pareció entonces muy complicado el examen? ¿En qué consistió?

-Fue una prueba de matemáticas, otra de lengua y gallego y la última de inglés. En realidad no es que fueran más complicadas, sino que pedían que usases más la cabeza, eran exámenes para razonar y no para hacer las cosas de carrerilla. En lengua por ejemplo. Mientras que en el examen a nivel gallego fue más gramática, en éste dominó la literatura; el modernismo en concreto.

-¿Preparó el examen a conciencia o siguió un poco el ritmo de las clases?

-No lo preparé mucho, matemáticas por ejemplo con el día a día de las clases fue suficiente e inglés voy a la Escuela de Idiomas, por lo que más o menos lo tenía seguro. Confiaba en aprobarlo bien, el problema es que al examen nos presentamos 110 personas. Era complicado ser de las mejores notas, pero al final el 9.3 fue suficiente.

-¿Tiene claro a lo que le gustaría dedicarse?.

-En principio querría estudiar el doble grado en Física y Matemáticas, algo muy numérico. En verdad me gustaría quedarme en Vigo pero el tema de las ingenierías no me atrae mucho. Yo espero poder dedicarme a lo que me gusta aunque imagino que será difícil.

-¿Dónde se ve a largo plazo?

-Dando clases en una Universidad. Después de la carrera me gustaría hacer un Doctorado en Ciencias y poder ser profesor universitario, ojalá aquí en Vigo, soy muy de mi casa. Irse un par de años fuera está bien pero tampoco me haría gracia residir fuera toda la vida.

-¿Sus compañeros estarán orgullosos de tener a un genio en clase?

-Sí, se alegraron mucho. Todos me dieron la enhorabuena y ya me dijeron que les ayudase con cosas de clase, muchas veces es mi mejor forma de repasar.

-¿Realiza muchas otras actividades o el estudio absorbe gran parte de tu tiempo?

-Me considero muy organizado. Voy estudiando poco a poco todos los días, así el día antes solo tengo que repasar. No me gusta agobiarme, así tengo más tiempo para ir a la Escuela de Idiomas, o ver deportes, porque ya practicarlos no es lo mío.

-Este curso ha pasado de la ESO a Bachillerato. ¿Se nota demasiado el cambio?

-Sí se nota, muchísimo. Antes había cosas que en la propia clase, de escucharlas ya se te quedaban y ahora tienes que machacar, además hay que dar muchas cosas en muy poco tiempo y eso siempre te dificulta más las cosas.

-¿Cómo es su día a día durante la semana?

-Tras salir de clase intento descansar un poco para centrar la cabeza y luego organizo lo que tengo para hacer. Me gusta repasar todo lo dado en el instituto el mismo día porque así luego es mucho más fácil, esta claro que sin estudiar por mucho que atiendas sino estudias luego tampoco haces nada. Luego dos días a la semana voy a la escuela de idiomas y salgo con mis amigos. Que tenga muy buenas notas no significa que me pase el día entero encerrado en la habitación.

-Este no es el primer reconocimiento que obtiene, ¿verdad?

- Pues primero logré ser de las mejores notas a nivel Galicia y hace unos años participé junto a unos compañeros del instituto en un Rally Científico en el que llegamos a la fase internacional que se celebró en Toulouse.