La primera de las múltiples redadas efectuadas en el mercado vigués de A Pedra que llega a una sala de vistas se saldó ayer con penas mínimas de prisión y multa para los tres comerciantes acusados, dos varones y una mujer, esta última de más de 80 años de edad a la que en el local y en los dos trasteros de los que figuraba como arrendataria le incautaron casi 2.200 prendas de ropa de marca falsificada y 300 pares de zapatillas deportivas también imitaciones de las originales, lo que representó el 75% de todo el material aprehendido en el operativo.
El juicio estaba fijado en el Juzgado de lo Penal número 3 de Vigo, pero no fue preciso celebrarlo al alcanzarse una conformidad. El procedimiento se refiere a la Operación Probador, que se desarrolló el 1 de abril de 2009Operación Probador, bajo la dirección del Juzgado de Instrucción número 3, el mismo que años después, en 2014, en la Operación Cuarzo, asestó el golpe más duro hasta la fecha en A Pedra, con un macrooperativo, aún en proceso de investigación judicial, que derivó en decenas de investigados y en el cierre del popular mercado.
Los tres acusados de la redada de 2009 asumieron ayer la autoría de un delito contra la propiedad industrial. La mujer octogenaria, Elisa L.B., que contó en la sala de vistas con la ayuda de una allegada, asumió 3 meses de cárcel -cuya ejecución se suspende a condición de que abone la indemnización fijada- y 540 euros de multa, así como el pago de 12.800 euros de indemnización a cuatro marcas y otros 1.500 en costas a tres de estas acusaciones particulares. Otro acusado, José Manuel R.R., se conformó con 3 meses de cárcel que se le sustituyen por 540 euros de muta, así como con otra sanción de 540 euros, idéntica pena que aceptó Gonzalo J.P.A., quien en su caso también debe abonar 1.770 euros de indemnización y 500 de costas. En el caso de los tres condenados se establece que indemnicen con 10 euros por prenda incautada al resto de marcas perjudicadas que no estaban personadas en la causa. Y en la sentencia, ya firme en virtud del acuerdo entre fiscal, defensas y abogados de las marcas, se concluye que el destino del todo el material falso aprehendido debe ser su destrucción.
La investigación que derivó en este juicio fue realizada por el Grupo de Delitos contra la Propiedad Intelectual e Industrial de la UDEV central de Madrid. La Fiscalía relata que además de constatarse de que en A Pedra se vendía ropa y calzado que reproducía los signos distintivos de marcas de reconocido prestigio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad industrial, se tuvo conocimiento de que varios locales próximos servían para abastecer al mercado. Tras una labor de vigilancia desarrollada entre el 21 de noviembre de 2008 y el 15 de marzo de 2009, el 1 de abril de ese año se hicieron registros en las calles Cesteiros y Caracol, así como en la plaza.
Lo aprehendido ascendió a más de 2.480 prendas de ropa y al menos 756 pares de zapatos y zapatillas deportivas. Concretamente, 456 de los pares de zapatos y 7 pantalones de chándal aparecieron en la vivienda destinada a almacén que usaba José Manuel, que regentaba un puesto en el mercado. Más de 2.170 prendas y 300 pares de calzado estaban en el local y los dos trasteros en los que figuraba como arrendataria Elisa. Y finalmente se contabilizaron 294 prendas en el local gestionado por Gonzalo -su esposa era la titular-, junto a un papel con anotaciones de prendas de vestir, tallas y colores y 125 euros. La ropa era de multitud de marcas, entre ellas La Martina, Puma, Adidas, Lacoste, Gant o Loewe.
*Fotografía: Redada de la Policía, en abril de 2009. // J. D. A.
