Comerciantes y vecinos certifican el éxito de la nueva regulación en el nudo de la estación de autobuses. "Antes había dos accidente cada día; uno por la mañana y otro por la tarde. Ahora han desaparecido por completo. La solución ha sido muy buena", reconoce José Vázquez, de la cafetería La Crepería, en Anduriña. En la misma dirección apunta Fátima Estévez, de Orona. "Ha dejado de ser un punto negro. Antes había golpes a cada momento. Cuando llovía era horroroso", recuerda.

Para mejorar la seguridad y reorganizar el cruce, Tráfico tuvo que suprimier casi 15 plazas de aparcamiento. Pero ello no ha molestado a negocios a los que daban servicio, como Carmetal o la cafetería O' Coca. "Se ha erradicado el punto negro, que era lo importante", reconoce José Pichel. "Fue una medida estupenda", agrega la hostelera Margarita Vila.