La generación del 98, pero no la de Unamuno sino la nacida en el siglo XX, ha jubilado a la selectividad después de 42 años. Y dos clásicos de todas las quinielas previas, Kant y Aristóteles, no han querido faltar a la despedida. Un total de 2.400 alumnos, muchos de ellos hijos de los primeros que se enfrentaron a la temida prueba allá por los años 70, iniciaron ayer en el campus los exámenes de acceso a la universidad más preocupados por la dificultad de las preguntas que por protagonizar un capítulo de la historia educativa del país.

Lo que sí parecen tener claro es que la reválida será más difícil. Para empezar, los aspirantes a cursar una carrera tendrán que repasar el próximo año un volumen mayor de apuntes, pues revisarán los contenidos de 1º y 2º de Bachillerato, y en lugar de cinco pruebas obligatorias como hasta ahora tendrán que realizar ocho.

En los pasillos de Económicas, una de las facultades viguesas que acoge los exámenes hasta el viernes, los profesores lamentaban las incógnitas que rodean a la reválida. "Hasta ahora solo les caían preguntas de historia contemporánea, pero el año que viene tendrán que repasar desde la prehistoria hasta la actualidad. Ante este caos, el próximo año no les haremos comprar libro y optaremos por los apuntes", ejemplificaba un docente.

En el examen de su asignatura, los alumnos abordaron la economía franquista o la relación Iglesia-Estado, pero la primera prueba fue un año más la de Lengua y Literatura española, que sirvió para templar nervios y afrontar el resto de la jornada con más tranquilidad.

Cada una de las opciones estaba encabezada por sendos artículos de opinión publicados en El País. El primero, del escritor y periodista, Julio Llamazares, abordaba la "demonización" de los refugiados a raíz de las agresiones sexuales registradas la última Nochevieja en Colonia. Y fue la alternativa mayoritaria. "Es un tema muy actual y tenemos más capacidad de opinar sobre él", comentaban varias alumnas del instituto redondelano IES Floriani.

El examen se completaba con preguntas sobre Antonio Machado y Crónica de una muerte anunciada, de García Márquez, otro autor asiduo en los últimos años.

La segunda opción contaba con un artículo del psiquiatra y académico Luis Ferrer i Balsebre, exjefe de los servicios de salud mental de A Coruña y Santiago, sobre la "fragilidad emocional" de los jóvenes debido a la falta de valores y la hiperprotección de los padres frente a las frustraciones. La Fundación de Buero Vallejo y Plenilunio, de Muñoz Molina, también figuraban en este examen.

El primer día de selectividad terminó con las pruebas de Gallego y Lengua y Literatura Extranjera. Algunos estudiantes se llevaron a casa unas cómodas zapatillas por cortesía de una residencia universitaria que se publicita estos días en todos los campus.

Económicas, Ingeniería de Telecomunicación, Biología y Filología volverán a acoger hoy y mañana los exámenes optativos de Matemáticas, Griego, Química o Geografía, entre otras materias.

El año que viene habrá otra prueba pero los nervios y los vistazos esquivos a los apuntes hasta el momento de cruzar la puerta del aula volverán a repetirse. Por ahora, a quienes les toca despedir la selectividad ya tienen otra fecha clave en su agenda, el próximo día 17, el de la publicación de las notas.