La investigación del caso de la joven gimnasta Desirée Vila, que perdió una pierna tras una lesión por una presunta negligencia médica, ha destapado otras irregularidades. La magistrada Marisol López ha abierto dos piezas separadas al detectar presunta falsedad en historias médicas de la clínica El Castro donde la operaron, y el posible uso de un programa informático pirateado. El fiscal solicita en el caso de la amputación de la joven, 2 años de cárcel para el traumatólogo y 3 millones de indemnización con responsabilidad subsidiaria de la clínica y las aseguradoras