Su relevancia en la profesión se mide en número de seguidores o reproducciones de sus vídeos. Ofrecen entretenimiento a un sector de la sociedad olvidado por los grandes productores de contenidos. Los youtubers son las nuevas youtuberscelebrities y los vigueses se han sumado con éxito a este movimiento. Pasatiempo para algunos, plataforma profesional para otros, el contenido que generan llega a millones de usuarios.
El youtuber Jairo, conocido por criticar a los videocreadores, en su estudio
Alexandra López se puso ante la cámara hace un año. Comenzó con consejos de belleza y moda y prosiguió por cómo hacer una tortilla. Los detalles de su vida empezaron a colarse en su contenido y el videoblog se extendió. A través de su canal Las cosiñas de Ale ha relatado su reciente mudanza a Irlanda o su búsqueda de trabajo. ¿Por qué sus 80 vídeos han sido vistos 25.000 veces si no es cocinera, ni una peluquera excepcional? "Creo que soy natural, hay muchos canales de belleza, pero si quieres tener realmente una trenza perfecta ves otro tipo de vídeos o te vas a la peluquería, la gente ve que soy como ellos y que si yo lo hago, ellos también".
Mientras López espera que su pasatiempo se convierta en su profesión, ya hay quien lo ha conseguido. Sara Piñeiro, Sarinha en su canal, se ha convertido en la reina viguesa de Youtube. No quiere dar entrevistas porque, como otros youtubers, asegura que ha tenido malas experiencias con los medios. No le hacen falta. Tiene más de 2.372.400 seguidores en su canal y sus vídeos superan las 512.800.000 de reproducciones. Es lo que se denomina una gamer: se graba jugando a diferentes videojuegos, muestra cómo iniciarse, trucos para mejorar y además las emotivas reacciones de la jugadora mientras supera las fases.
No solo alimenta su canal de Youtube, sino también las redes sociales. La interacción con los seguidores suele ser muy alta, aunque se complica a medida que el número de fans crece. Aunque Youtube no proporciona datos muy precisos, los seguidores de estos creadores tienen entre 12 y 25 años. Buscan entretenimiento, tutoriales de belleza o académicos, música. Un sinfín de contenidos que generan más visualizaciones que espectadores hay en la televisión, según el análisis de Comscore 2015.
"Al principio sí que leí los comentarios, pero ahora paso", confiesa Jairo Chico, profesional de la música, las telecomunicaciones y también youtuber. Abrió su canal hace dos años para criticar lo que no entendía: "¿Por qué a la gente le gusta eso, una charla tan común como un amigo? Algo tiene que haber que se me escapaba de la razón", pensó. Así que puso el punto de mira en los grandes youtubers, personajes como ElRubius, con 17 millones de seguidores en todo el mundo. Ataca principalmente lo que los videobloguers defienden, la libertad de su creación. "La naturalidad no existe, lo que te cuentan de su vida no es lo que realmente están viviendo". Se define como un "antiyoutuber" con canal de Youtube: "Soy como un crítico de cine, no critico personalmente a nadie, solo su imagen".
Esta posición tan controvertida es la que le ha dado relativamente pocos seguidores (43.600) pero 6.600.000 visualizaciones a sus vídeos. Cuando el canal comenzó a tomar impulso se produjo el salto del entretenimiento a la profesión. "Yo tengo mi trabajo, no dependo de esto, pero sí me pago herramientas que utilizo para trabajar con lo que saco". Chico es igual que cualquier otro productor intelectual, cuánto más produce y más difusión tiene, más gana.
Este factor ha abierto una brecha en algunos de los videobloguers. Un título engañoso genera más pinchazos, un tema concreto funciona mejor que otros, así que algunos abandonan el "hago lo que me apetece" por "hago lo que mejor se paga". Youtubers como Mark Miller han confesado a sus fans cómo se replanteaban su presencia en la Red. Chico confiesa que alguna vez ha jugado con este tipo de trucos, pero "para atraer a los seguidores de la persona a quien critico en ese vídeo" y que les llegue su mensaje. López asegura que "si solo quisiera ganar seguidores haría trenzas todo el día porque están muy de moda y funcionan bien".
Un canal profesional
La cantante viguesa Aid encontró en Youtube una plataforma para mostrara su trabajo. Se acerca a los 4.000.000 de reproducciones de sus vídeos musicales. Lo empezó en Vigo y lo continúa desde Los Ángeles, donde estudia y trabaja. En el canal encontró "una de las mejores herramientas para compartir" su música y "un buen medio de contacto directo" con los seguidores.
El perfil de sus fans es diferente al de los youtubers que se dedican al entretenimiento. Según las estadísticas, tienen una edad entre los 18 y los 45 años y son hispanohablantes. "Personalmente, y a través de los mensajes, noto que es un público muy variopinto en edad, etnia y gustos", señala.
Los caneles de la web son más que un mero entretenimiento y muchos, como Aid, también le dan un uso académico: "Mato la curiosidad con documentales y tutoriales".
