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Promoción de profesionales sanitarios

La cantera más brillante de residentes para potenciar el Hospital Cunqueiro

Los profesionales en formación más brillantes de la promoción que acaba de llegar al área sanitaria son cuatro mujeres que la han elegido por sus posibilidades tras la apertura del nuevo hospital y la cercanía a sus hogares

Desde la izq, Alejandra, Paula, María y Fátima, ante el Álvaro Cunqueiro, en su primera semana de formación en Vigo. // Adrián Irago

Son la primera promoción de profesionales sanitarios que inician su especialización en el Chuvi tras la apertura del Álvaro Cunqueiro. Ochenta y dos residentes en Medicina (MIR), Enfermería (EIR), Psicología (PIR) y Farmacia (FIR). Las mujeres son abrumadora mayoría y también las más brillantes. Así, son féminas las que ostentan la mejor nota en los exámenes de acceso de las cuatro disciplinas. La cercanía a sus hogares y a sus seres queridos es uno de los factores que ha tenido más influencia para que estas cuatro gallegas eligieran Vigo como destino. El otro es el potencial que ven en el complejo hospitalario tras su reciente reordenación.

La coruñesa Paula Prado, que se posicionó como la 51 de los 1.457 aspirantes a una plaza de Farmacia, cuenta que buscaba un "hospital grande" porque los formadores están "más preparados" y vio en el Cunqueiro un hospital "nuevo, muy tecnológico y que tiene potencial". Se muestra convencida de que "puede llegar a ser el mejor de Galicia". Antes de escoger, habló con los residentes y se llevó "muy buena impresión". "Farmacia es grande, tiene robotización, casi todo está informatizado... Están en onda, modernizados", alaba. Bromea con que, entre otras cosas, así se ahorra unas lecciones que no le apetecen: aprender a descifrar la letra de los médicos.

Anestesia es la especialidad que eligió la médico con mejor nota de la nueva promoción. La ourensana María Varela Miranda fue la 772 de 12.427 aspirantes. "Tenía claro que quería quedarme en Galicia porque creo que aquí hay tan buenas posibilidades para hacer la residencia como fuera", defiende. A pesar de las "incertidumbres" que puede provocar la apertura de un nuevo hospital, esta amante de la "aventura y las novedades" también ve en esta circunstancia "una oportunidad".

Además de por quedarse en casa, Alejandra Rey Pousada -113 de unos 4.000 en el PIR-, quería la plaza de Psicología clínica de Vigo porque había podido comprobar durante sus prácticas que aquí "se trabaja muy bien en salud mental, con buenos profesionales". Además, con la reordenación del Chuvi se produjo una reorganización de este campo -el cierre del Rebullón y el traslado de crónicos al Nicolás Peña; los agudos, al Cunqueiro; y las unidades ambulatorias, al anexo del Xeral- que cree que "abre nuevas oportunidades" para que se introduzcan psicólogos.

Fátima María de Dios, de Marín, se colocó entre las 20 mejores notas de las 14.961 que se presentaron al EIR. Una posición que le permitía escoger lo que deseara. Optó por un puesto de Enfermería Familiar y Comunitaria en el centro de salud de Ramallosa por su "amplio catálogo de servicios y el buen ambiente".

Alejandra Rey Pousada - 113 de 4.000 en el PIR - Psicología

"En Vigo se trabaja muy bien en salud mental"

Solo había una plaza de Psicología clínica en el Chuvi y esta viguesa quería hacerse con ella. No solo por quedarse en casa, sino porque le gusta como se trabaja la salud mental en el área. Lo comprobó en las prácticas del grado en el Meixoeiro y en las del máster, en la asociación DOA. Pensó que tendría que presentarse varias veces al PIR, pero lo logró a la primera al posicionarse como 113 entre unos 4.000 psicólogos. Y lo hizo en un año "bastante intenso", compatibilizando la academia para el examen con el master que estaba cursando y el trabajo de monitora de baile en un colegio. Cinco meses antes del examen, pudo centrarse en él y llegó a dedicarle 12 horas al día porque "era consciente de que era muy difícil" por la escasez de plazas. Ahora está en rehabilitación psiquiátrica en el Nicolás Peña.

Paula Prado Montes - 51 de 1.457 en el FIR - Farmacia

"Vine a visitar el hospital y me llevé buena impresión"

Esta farmacéutica coruñesa fue al examen del FIR "con "el pensamiento de que no iba a aprobar". Lo logró y con buena nota. Quedó en el puesto 51 de 1.457. Cuenta que no siempre fue de buenas notas. De hecho, asegura que estaba en el grupo de los expedientes más bajos, lo que suponía un "handicap" -no sumaba puntos-. Lo preparó "bastante". "Empecé sin saber muy bien, pero al darme cuenta de la envergadura me apliqué a fondo". A Coruña, donde está su pareja y su familia y donde hizo las prácticas, era su primera opción, pero Vigo también le causó "buena impresión". Destaca que con el resto de centros contactó, pero el Chuvi lo visitó y habló con los residentes veteranos, "un grupo unido y con buen rollo", algo "muy importante" por el tiempo que pasarán juntos. Le convenció su tecnología y su potencial.

María Varela Miranda - 772 de 12.427 en el MIR - Medicina

"En Anestesia están bien organizados para la docencia"

"Libre de prejuicios y con mucha ilusión". Así llega al Chuvi está ourensana, que sacó la 772 mejor nota de los 12.427 médicos que se presentaron al último MIR. Un puesto que, asegura, no se esperaba, a pesar de que siempre fue una alumna de buenas notas. Se decantó por Anestesia porque es una "especialidad muy amplia, con intervenciones y muy dinámica, con perspectivas laborales y mejores condiciones que otras", además de que le interesa la atención al politraumatizado y el manejo del dolor. Confiesa que primero pensó en el Chuac, por la "fama", pero del Chuvi le gusta que es "grande, que está bien dotado, tiene muy buena estructura y está todo nuevo". Ve en el nuevo hospital una oportunidad. Tras unos días en el Cunqueiro, añade otro punto positivo: "están bien organizados para la docencia."

Fátima Mª de Dios Quiroga - 19 de 14.961 en el EIR - Enfermería

"Preparé el examen como una maratón, firme y constante"

Esta marinense siempre tuvo claro que quería ser enfermera por su "gran contacto con el paciente". Estudió en la escuela de Pontevedra, donde ya fue la segunda de su promoción. "El examen [del EIR] fue de mucho razonar y no tenía la sensación de que me había salido bien". Se equivocó y mucho. Fue la 19 mejor de 14.961 aspirantes. Lo había preparado "como una maratón, firme y constante" y sin recortar la vida social, para "no perder el enfoque". Optó por la especialidad de familiar y comunitaria porque le gusta "el seguimiento de las personas en los centros de salud y la docencia". Se decantó por el de la Ramallosa por la cercanía al domicilio de su pareja, el buen ambiente y por su amplia cartera de servicios. "Buscaba que tuviera salud mental, pediatría, analíticas... Para aprender un poco de todo".

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