El régimen de visitas establecido por el juez concede a Óscar Pallás Cirisuelo los cuatro primeros días del mes para estar con su hija, de dos años. Sin embargo, este residente en el pueblo tarraconense de Riudecols explica que ya no puede viajar a Vigo, donde vive la niña con su madre, porque ha recaído de la leucemia que padece y está recibiendo quimioterapia.

Asegura que "la madre no hace nada"para que pueda ver a su hija, ya sea con viajes en festivos o con medios tecnológicos, como Skype. Cuenta que no la ve desde febrero. "En mi estado, con la muerte guiñándome un ojo, es una eternidad".

Ha recurrido de nuevo a los tribunales para que se dicte otro régimen adaptado a su nueva situación. "Espero, espero y desespero, porque el juicio nunca llega", lamenta y critica la escasez de medios de los que dispone la Justicia. Suplica un acercamiento y, por si no llega, quiere dejar testimonio de lo mucho que quiere a su hija y lo que lucha por poder verla.