El presidente del Consorcio de la Zona Franca, Abel Caballero, y la delegada, Teresa Pedrosa, mantuvieron ayer una reunión en la que no consiguieron terminar con las discrepancias sobre la participación de la entidad en la reforma de Balaídos. Caballero aseguró que en el próximo pleno presentará una "fórmula de encaje" para la Zona Franca y que la delegada ha mostrado su "voluntad" de implicarse en la construcción. El camino a seguir podría ser que el organismo asumiera la edificación de marcador y el aparcamiento y se beneficiara después a través de la gestión de este. Sin embargo, Pedrosa repitió que para tomar una decisión tienen que conocer el proyecto de convenio y que la documentación aportada es "insuficiente" para asumir la inversión.

Caballero defendió que los informes entregados en agosto del año pasado a Zona Franca contienen toda la información necesaria. "Se habla de la forma de hacer el aparcamiento, los eventuales costes, las distintas plantas...". Pero Pedrosa reiteró que se debe "ver sinceramente si es viable legal, jurídica y económicamente que el Consorcio pueda participar en esta obra". "Negociar aéreamente no me parece la forma más oportuna", añadió. Los pliegos presentados son los mismos en los que se basó la Diputación para sumarse a la remodelación.

Aunque el también alcalde no quiso desgranar la propuesta que presentará en unos 10 días, aseguró que el retorno que Zona Franca recibiría, así como el resto de detalles, ya se le había explicado en las siete reuniones mantenidas por los cuerpos técnicos, mientras Pedrosa subrayaba que con la de ayer los máximos representantes se habían encontrado solo dos veces para tratar el tema.

La delegada sí señaló su beneplácito de que Caballero incluya el posible convenio en el pleno que celebrará Zona Franca, pero reiteró que ahora "no tiene ninguna propuesta para estudiar encima de la mesa" y calificó de "difícil" su participación. Sí se comprometió a tramitar dicha proposición y también a recabar los informes pertinentes para llevarla al Comité Ejecutivo. La delegada soslayó que su implicación se restringiría al aparcamiento y que en todo caso, si la obra supera los 12 millones, será el Consejo de Ministros el que tenga la última palabra.

A pesar de los desencuentros, Caballero resaltó que existe "un preacuerdo de cómo avanzar" y que lo celebraba. Añadió que confía en que las obras "se desatasquen" porque "Zona Franca tiene una obligación" que es dar servicio a los trabajadores de PSA Citroën con un aparcamiento.