Guixar recibió ayer la primera escala de un buque de Hapag-Lloyd desde que finalizó la huelga que mantenía bloqueado el puerto de Lisboa, verdadero detonante de que la naviera alemana reubicarse en Vigo la conexión marítima con Canadá. El Mississauga Express movió ayer en la terminal viguesa más de un centenar de contenedores, una actividad todavía reducida pero que los responsables de la armadora confían en que aumente en las próximas paradas.

Si es que se producen. La Autoridad Portuaria espera que el acuerdo alcanzado este viernes entre los estibadores lisboetas y las empresas, lo que irá poco a poco devolviendo la normalidad a la terminal portuguesa, no provoque un cambio en el planteamiento de operar en Guixar al menos durante cuatro meses que responsables de la armadora trasladaron personalmente la semana pasada al presidente del Puerto de Vigo. Enrique López Veiga confía en que Hapag-Lloyd optará por quedarse en Vigo, aunque sus directivos lo había condicionado a los resultados y a una rebaja de los costes.

Con este barco van dos de Hapag-Lloyd que atracan en Guixar, ambos procedentes de Tánger (Marruecos). El primero cargó 70 contenedores, mientras que el de ayer embarcó 49 y dejó 60. Cuatro horas después de iniciar el primer movimiento, el Mississauga Express -de 245 metros de eslora por 32 de manga y un registro bruto de poco más de 39.174 toneladas- zarpó hacia Montreal (Canadá), adonde arribará dentro de ocho días. Por la mañana, López Veiga realizó el tradicional intercambio de metopas con el capitán del portacontenedores, un acto que contó con la presencia de representantes de la consignataria de la armadora en Vigo, Marítima Consiflet.