El discurso ecologista cala en la ciudad. O al menos esa es la lectura a la que invitan los contenedores de reciclaje dispersos por todo el municipio. Los datos que maneja el Concello revelan que entre enero y abril la concesionaria de limpieza retiró 2.891 toneladas de desechos para su reutilización, 179 más que los recogidos durante el mismo período del año anterior. Es el mejor balance desde 2011, aunque queda bastante alejado del que se manejaba antes de la crisis, cuando los niveles de consumo eran también más elevados. En 2009, por ejemplo, la concesionaria municipal retiró de los colectores de Vigo 3.770 toneladas de papel y cartón, plásticos, vidrio... para reciclarlos. A partir de ese año el volumen de basura que se depositaba en los contenedores azul y amarillo fue reduciéndose casi de forma ininterrumpida hasta desplomarse más de un 20% en un lustro.
Durante los cuatro primeros meses de 2016 repuntó el reciclaje de cartón y papel, envases ligeros y pilas mientras que el vidrio sufrió un ligero retroceso. La mejor evolución la experimentaron los contenedores azules, en los que se recogieron 1.061 toneladas, 169 más que en 2015 -el repunte fue en este caso del 19%-. En los últimos años este desecho había sufrido una severa caída debido al desplome de la demanda que siguió a la crisis y también el robo de material en los contenedores. En el primer cuatrimestre de 2009, por ejemplo, la concesionaria retiró 1.829 toneladas de cartón y papel, el doble de las apenas 891 recogidas durante el mismo período del año pasado.
Buena tendencia experimentaron también los colectores amarillos, en los que se recabaron 855 toneladas de envases ligeros durante los primeros cuatro meses de 2016. Son 55 más que el pasado ejercicio. En cuanto a las pilas, hubo un ligero repunte que elevó la cantidad total depositada por los vigueses hasta rozar las 9 toneladas. Cayó la cantidad de vidrio reciclado, que se redujo entre enero y abril en alrededor de 47 toneladas hasta sumar unas 965.
Termómetro del consumo
Además de medir la conciencia ecologista de una ciudad, los datos de recogida de residuos permiten también tomar el pulso a las economías domésticas. La ecuación es sencilla pero efectiva: a mayor cantidad de compras, mayor volumen de basura generada. Si se hace caso de ese "termómetro" el consumo en Vigo a lo largo del primer cuatrimestre de 2016 ha aumentado con respecto a los últimos años.
Entre enero y abril los empleados de limpieza retiraron de los cubos verdes 36.936 toneladas de basura orgánica -toda aquella que no se puede reciclar, como los restos de comida-, 1.171 más que en 2015. El dato arroja además otras dos lecturas positivas: es el más alto para ese mismo período desde 2011 -cuando hubo 39.759 toneladas- y arroja el primer repunte del lustro durante el inicio de año.
En total la ciudad generó hasta el pasado 30 de abril 39.827 toneladas de residuos, sumando tanto los orgánicos como los reciclables, 1.350 más que en 2015. El dato sigue alejado en cualquier caso del que se registraba hace solo un lustro, cuando la basura retirada rondaba las 45.300 toneladas. A esos desechos se suman los aparatos eléctricos, los residuos forestales y también los llamados "voluminosos", como colchones. Entre estos tres se sumó en la primera mitad de 2015 unas 1.137 toneladas.
