La Autoridad Portuaria acaba de garantizar el tráfico vinculado a la automoción durante las huelgas. Tras el consejo de administración de la entidad, su presidente, Enrique López Veiga, explicó ayer que la institución ha analizado el reglamento de 1994 y ha incluido como servicios mínimos "todo lo relacionado con el funcionamiento de PSA". "Un conflicto local y menor no puede paralizar toda la economía de la ciudad y menos cuando está en juego el futuro de la industria del automóvil", explicó López Veiga, quien insistió en que "nadie puede poner en riesgo los empleos de las miles de personas" que dependen de la factoría de Balaídos y su actividad en la ciudad y la comarca. La decisión de Praza da Estrela llega en pleno debate sobre el modelo de estiba en el puerto.

"Cuando la estiba y desestiba se liberalice, este decreto dejará de tener sentido; pero mientras tanto hemos identificado como servicios esenciales todo lo relacionado con PSA-Citroën", abundó Veiga tras recordar que el monopolio de la estiba tiene los días contados debido a la normativa europea. Si todavía no se han adoptado medidas es por la situación en la que se encuentra el Gobierno, en funciones desde las pasado elecciones de diciembre.

El responsable portuario incidió en que los trabajadores de este servicio "son buenos", aunque anotó que resultan "caros y poco flexibles". "Hay que aumentar por lo menos la flexibilidad; el puerto necesita ser más competitivo", zanjó Veiga, quien también desveló que se está negociando un nuevo pliego de amarradores y practicaje, más caros en Vigo que en A Coruña. Como ventajas, anotó las magníficas condiciones de la bahía olívica, con su buen calado, mejor que el de Leixoes; y su situación ante el Canal de Panamá.

El presidente de Praza da Estrela desveló que la institución mantiene contactos con navieras para mejorar el tráfico de cruceros en 2017 y 2018. Como avanzó FARO a principios de mes, el año que viene los muelles vigueses recibirán apenas 40 buques, muy por debajo de los registrados este ejercicio. Según anotó ayer Veiga, en la actualidad están programados ya una decena más, hasta sumar medio centenar. Y podrían ser más. El objetivo sería "mejorar" los datos de 2017 y recuperarse" de cara a 2018.

Durante esas conversaciones con las navieras, Veiga asegura que le han transmitido que el desplome del tráfico de cruceros en Vigo en 2017 responde a cuatro factores principales: el elevado precio del fuel, lo que ha llevado a las armadoras a trazar travesías que permitan ahorrar combustible y que, en consecuencia, favorece a la "pinza" A Coruña-Leixoes; el efecto que el terrorismo ha tenido sobre la demanda de cruceros que realizan travesías por el Mediterráneo; la apertura del mercado chino, que ha atraído a trasatlánticos que recalaban en Vigo; y la necesidad de las navieras de diversificar sus rutas para fidelizar a los clientes que navegan de forma frecuente. "No hay ningún error sustancial en Vigo, ni mucho menos; pero hay que revertir la situación", anotó López Veiga.

El presidente portuario abogó en ese sentido por "la coordinación entre el puerto y la ciudad", donde -explicó- se queda el 60% de los cruceristas que desembarcan en la terminal de trasatlánticos: "Hay que hacer un esfuerzo para ofrecer productos turísticos alternativos". En relación con la fuga de Maersk y las gestiones para revertir esa marcha, el presidente reiteró que "nunca tiro la toalla". Tras el consejo de administración portuario recalcó la importancia de mejorar la competitividad de los muelles.

Veiga dio a conocer además los datos del puerto, que incrementó el movimiento de mercancías en un 2,8% comparado con 2015. Con respecto a la pesca congelada señaló que hubo un descenso del 15,56%, mientras que maderas y granito elaborado subieron un 26 y 19,3%, respectivamente; y la pesca fresca cayó un 6,7%. En abril el déficit anual del puerto era de 129.000 euros, 60 menos que en marzo. Veiga explicó que con ese ritmo, se saldrá de los números rojos en unos tres meses.