Jesús Pérez, un parado de larga duración, ha cambiado el coche en el que vivió durante once meses en Samil tras ser desahuciado por no pagar el alquiler por un estudio de 35 metros en Vigo, facilitado por la Xunta como vivienda de alquiler social. Ayer acompañaba a la presidenta de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, Carlota Pérez, y a otros integrantes del colectivo en la concentración ante los juzgados, donde entregaron un escrito para reivindicar que en caso de desahucio, los magistrados investiguen el estado de las titulaciones hipotecarias. Esta actuación se engloba en el marco de una campaña a nivel nacional que busca conocer si las hipotecas que se ejecutan siguen en manos del banco con el que se contrató o han sido vendidas a fondos.

Jesús Pérez define su caso como "un milagro": "Tuve la suerte de dar con una trabajadora social que me puso en contacto con Cáritas, donde me dirigieron a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, PAH, y ellos me tramitaron toda la documentación". A la espera de que le concedan la Risga come y vive gracias a Cáritas.

En su día se negó a dormir en un albergue, la única opción que le ofrecía la administración. "He cotizado 22 años a la seguridad social, soy deportista y sigo haciendo deporte, voy a cursillos... No era la solución para mí. Mi lucha durante todo este tiempo ha sido no denigrarme como persona", incide. Ahora vivirá en un estudio facilitado por la Xunta por 35 euros al mes, un euro por cada metro cuadrado.