Los tres sindicatos, CC. OO., UGT y CIG, mostraron ayer su apoyo al acuerdo alcanzado para fijar el área de libre horario comercial. Valoran positivamente que se haya acotado al Casco Vello y solo parte del ensanche y a la zona vieja de Bouzas y achacan el cambio de actitud del Concello a la "presión" ejercida por las tres sindicales. Sin embargo alertan de que las grandes superficies que se han quedado fuera del área recurrirán la decisión de la Xunta una vez sea aprobada.

Los sindicatos recalcan que "aún no estando de acuerdo con la ley", si aceptan esta propuesta porque "minimizar" sus consecuencias. En la zona delimitada no existen grandes comercios, como A Laxe, ni locales susceptibles de serlo, por lo que en la práctica el horario de las tiendas no tendría por qué variar aún cuando la norma comience a aplicarse a partir de junio. Estará vigente los próximos cinco años, aunque la demarcación será revisable cada verano.

Las grandes superficies ya les han comunicado que en cuanto la Xunta apruebe la delimitación recurrirán la decisión para intentar que se amplíe hasta sus emplazamientos. Los centros comerciales suponen una amenaza para los pequeños comerciantes, ya que no pueden competir con ellos. Actualmente ya pueden abrir 10 domingos al año, pero con esta norma tendrían libertad todo el año y hasta las diez de la noche. "No creemos que tengan oportunidad de ganar porque la norma permite acotar las calles que se quieran", señaló Amelia Pérez, de UGT.

Los sindicalistas subrayaron que, a pesar de que el Concello aseguró que lo que pedían era "imposible", se ha visto que " si todos estamos dispuestos a ceder y hacer un ejercicio de responsabilidad no hay nada imposible".

A pesar del entendimiento entre todas las partes -Gobierno, comerciantes y sindicatos- las centrales recuerdan que la liberalización horaria "no crea ni riqueza ni empleo" y que "completa" los servicios al turismo pero que "no atrae turismo".

En el caso de Bouzas han preferido no pronunciarse, como a lo largo del proceso de negociación, porque aunque les parece que el barrio quedará "inconexo", prefieren dejarlo en manos de los comerciantes de la zona, ya que sí existía consenso entre ellos desde el principio.