Un año de mandato; lecturas contrapuestas. La ciudad "va como un cañón", según el alcalde, Abel Caballero, mientras que a juicio del PP y la Marea está "paralizada". El regidor sostiene que Vigo se sitúa a la cabeza de Galicia; resalta entre los logros la tramitación de la Ley del Área Metropolitana, además de la colaboración con la Diputación -presidida por su mano derecha, Carmela Silva-; y contrapone el rumbo de la urbe con la "catástrofe de las mareas en A Coruña, Santiago y Ferrol". Los dos grupos de la oposición, por el contrario, denuncian "falta de transparencia" al cumplirse un año desde las últimas elecciones municipales. Los populares aseguran que Caballero "defraudó la confianza de los ciudadanos" mientras que Marea pide al PSdeG que no "exporte" el modelo del alcalde olívico, ya que, vaticinan, "sería su fin".

Caballero calificó de "excepcional" la andadura de la ciudad en estos doce meses y considera que "el avance aún se hace más extraordinario" al compararlo con la gestión municipal de las mareas, contra las que volvió a cargar. "Desnortadamente navegan de forma imprecisa y mal. Demostraron su incapacidad absoluta para gobernar, entender la democracia y hacer avanzar a las ciudades", arremetió.

El regidor proclama que la fecha de las elecciones "marcó una época en la ciudad", ya que se inició una etapa, con un gobierno socialista de mayoría absoluta (con 17 de 27 ediles), en la que Vigo se desarrolla "a más velocidad que nunca".

Así, valoró las políticas municipales, la cooperación de la Diputación de Pontevedra y la "certidumbre" de una ciudad que "se comporta de manera previsible en su atención a los trabajadores, a las empresas, al deporte, a las humanizaciones, la política social o la inversión pública". Vigo, resalta Caballero, es "un modelo de acción municipal en toda España". "Busquen, comparen y verán cómo no encuentran nada mejor", apostilló en su análisis.

La portavoz del PP, Elena Muñoz, hizo un balance muy diferente. Criticó la "absoluta parálisis e inacción" de un gobierno que, apuntó, "en su primer año suma ocho imputaciones, con el alcalde a la cabeza, y solo contenta a las concesionarias con pagos millonarios".

Muñoz señala que la "parálisis" afecta a temas fundamentales como el Plan Xeral, anulado en noviembre por el Tribunal Supremo "sin que se conozca aún ni un primer documento nuevo del Concello", indica la edil. Además denuncia "la falta de política social de un alcalde que ha demostrado que, a la hora de la verdad, no está al lado de los que más lo necesitan".

La dirigente popular tilda de "fracaso" las políticas de generación de puestos de trabajo, "con una reducción de más del 50% del dinero para empleo juvenil", y resalta la "pérdida de democracia y falta de transparencia" en el funcionamiento del Ayuntamiento, "con un reglamento autoritario y la negativa del gobierno local a dar información hasta a la Valedora do Pobo"

La Marea, por su parte, coincide en reprobar la gestión del alcalde "sobre todo con lo que tiene que ver con la democracia interna", y trasladó su preocupación por que el PSdeG "esté cogiendo el trazo de Caballero para hacer un discurso anticomunista y anti-unidad popular" en toda Galicia.

Rubén Pérez, portavoz de la formación, remarcó en su balance que "lo que se construyó en Vigo no debería ser exportable al resto del PSdeG porque sería el fin del PSOE en Galicia". "La crisis del proyecto socialdemócrata en Galicia será pasajera o la muerte definitiva si el proyecto de Caballero se instaura", mantiene.

Así las cosas, subraya que "donde el alcalde lanza un discurso incendiario contra las mareas, las mareas suben electoralmente", lo que ejemplificó con los resultados de las Generales del 20-D, cuando su formación fue "la primera fuerza política" en Vigo "gracias a que la gente no entendió que Caballero priorizara el intento de demolición del proyecto sobre la lucha absolutamente lógica contra los proyectos políticos del PP".

Pérez defiende que la gestión de Marea en la oposición "da miedo al PSOE, porque funcionaba en un régimen de competitividad perfecta con el PP; no tenían oposiciones ni unos ni otros; y gobernando hace exactamente lo mismo".