Los proyectos de viviendas destacan por su número y valía. Blanco analiza varias de ellas y las agrupa en series, en el caso de las casas con patín ya establecida por el propio autor. Constituyen "refugios en sintonía con la naturaleza", siendo Lloyd Wright un referente, y con un interior diseñado por Bar Bóo hasta el detalle. Son característicos los basamentos de hormigón o piedra para aislar de la humedad, la ventana inclinada que protege de la lluvia, las escaleras o la chimenea.

Jaime visitó algunas de estas viviendas y otros inmuebles junto a uno de sus hijos, Alfonso Bar, "gran conocedor" de la obra de su padre, Alicia Garrido, que fue también amiga personal del arquitecto, y Francisco Garcés, aparejador en muchas de sus obras. "Todos los usuarios estaban muy contentos de vivir en una casa de Bar Bóo, al que estiman. La gente tiende a pensar que es difícil comprender la arquitectura, pero ellos me explicaban perfectamente las características espaciales y distributivas. También los letrados de los juzgados de A Coruña hablaban maravillas. Para mí fue muy revelador y me confirmó la satisfacción de quienes viven en sus obras cada día", reconoce.

También destaca la visita al edificio de Marqués de Valladares en el que Bar Bóo se instaló al volver de Madrid y que albergó la sede del Colegio de Arquitectos: "El primer día que conocí a Macamen me invitó. La vivienda está intacta. Me pareció impresionante. Es una visita recomendable para cualquier estudiante de Arquitectura".