El desembarco en Vigo de la naviera Hapag-Lloyd tiene su detonante en la huelga de estibadores de Lisboa pero nace con vocación de permanencia. Directivos de la compañía alemana -cuarta del mundo por volumen de contenedores- anunciaron este viernes a la Autoridad Portuaria su intención de mantener la línea oceánica entre Guixar y Montreal (Canadá) al menos durante los próximos cuatro meses a contar desde el día 24 de mayo, fecha del inicio de sus operaciones, como adelantó FARO este miércoles. Que la línea tenga continuidad más allá de ese periodo, e incluso que derive en la apertura de otras, dependerá, además de los resultados, sobre todo de una rebaja de los costes. Al igual que alegaron los de Maersk para justificar su marcha de Vigo, los representantes de Hapag-Lloyd consideran este puerto caro, incluso más que el de la capital portuguesa, bloqueado por los paros de la estiba iniciados el 20 de abril y prolongados hasta el 16 de junio.
Los términos empleados por los comerciales de Hapag-Lloyd tanto en el comunicado enviado esta semana a los clientes vigueses como en los contactos telefónicos previos dejaban entrever que el desvío de sus operaciones a Vigo, aunque coyuntural para sortear el bloqueo de los paros de la estiba, podría tener mayor trascendencia. Aseguraban que la conexión oceánica Guixar-Canadá funcionaría de forma "indefinida" al tiempo que incidían en la ventaja competitiva de su servicio ante la posibilidad de "ajustar los costes al máximo porque no dependeremos de un feeder tercero para hacer el transbordo".
En la reunión del viernes con el presidente del Puerto, Enrique López Veiga, los directivos de Hapag-Lloyd valoraron de Vigo el calado, los accesos a la terminal y su comunicación con las carreteras de alta capacidad. Con todo, insistieron en limitar su desembarco en Guixar a los mencionados cuatros meses. Su planteamiento inicial recoge la posibilidad de mantener el servicio superado ese plazo pero a a condición de hacerse efectiva esa reducción de costes y las mejoras en la eficiencia que el dirigente portuario les trasladó que ya se estaban negociando.
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Por eso ayer, preguntado al respecto, el presidente lanzó un mensaje a la sociedad de estiba: "Nos ofrecen una excelente oportunidad que podemos arruinar. Así que conviene aprovecharla". Y esta oportunidad comienza el próximo martes, con la llegada a Vigo del primer buque de Hapag-Lloyd, el Livorno Express. Para esta escala ya se prevé el movimiento de unos 200 contenedores. A esta seguirá otra cada semana protagonizada por otro barco de gran porte (220 metros de eslora, 37 de manga y capacidad para 2.800 Teus).
Escala semanal
El servicio Mediterranean Canada Service (MCA) recorre tres puertos italianos, uno francés, otros dos españoles (Valencia y Algeciras) y para en dos ocasiones en el marroquí de Tánger, de donde procederán los buques de Hapag-Lloyd que atracarán en Vigo. Guixar es el final de esta ruta dirigida a la exportación y el punto de partida de un puente marítimo que unirá cada ocho días la terminal viguesa con Montreal. Los operadores prevén demanda para esta conexión. Destacan la extraordinaria red ferroviaria que ofrece el puerto canadiense a pie de muelle y que enlaza con la de Estados Unidos.
Con esta armadora había contactado la Autoridad Portuaria tras conocerse que Marín había ganado en una subasta los tráficos de Maersk en Vigo. Buscaba convencer a la alemana de que operase en Guixar y así amortiguar el bajón en la actividad que provocará la marcha de la naviera danesa. La huelga de los estibadores en Lisboa surgió en el momento oportuno y acabó precipitando el resultado de las gestiones de Veiga. Con todo, el dirigente portuario asume que el desembarco de Hapag-Lloyd "no cubre el vacío que deja Maersk".
